Minutos de pánico
ASESINOS ATACARON CON TRES ESCOPETAS Y UN HACHA
de vida del comerciante Carlos Rodríguez Solano, de 37 años, y de su empleado Sergio David Morales Cordero, de 30, fueron de terror.
Ambos fueron torturados por cuatro desalmados quienes les robaron la plata y los asesinaron.
A este mismo martirio sobrevivieron dos personas, un segundo empleado de Rodríguez y un hombre que llegó a dejar una comida al centro social LaVictoria, en San Pedro de Pérez Zeledón.
Los delincuentes fueron cuatro hombres encapuchados, tres de ellos llevaban escopetas y otro un hacha, al parecer llegaron en un pick up blanco sin placas hasta el negocio y amenazaron a las cuatro personas.
Rodríguez era el dueño del establecimiento conformado por bodegas, cabinas y oficinas, así lo dijo el director del OIJ, Wálter Espinoza. A los cuatro los amordazaron, amarraron y, además, les exigían entregar la plata.
“Uno de ellos tenía un hacha y amenazó con desmembrarlos si no hacían lo que les pedían, también dispararon como manera de asustarlos, con su agresividad pedían que entregaran el dinero y las demás pertenencias”, detalló Espinoza.
Los delincuentes hicieron de las suyas en el comercio por cerca de una hora, y a balazos acabaron con la vida de Rodríguez quien murió en el lugar.
ASergio Morales le dispararon en la espalda, fue llevado al hospital Escalante Pradilla de Pérez Zeledón, donde falleció horas después.
Los asesinos al final se llevaron ¢2 millones en efectivo.
Esta trágica situación ocurrió este domingo a las 7:54 p. m. Los investigadores hicieron dos rastreos en el lugar y en el primero no encontraron casquillos, este lunes hicieron otra inspección.
Trascendió que encontraron cajas de licor clandestino.
Sin antecedentes. Los investigadores dijeron que ni las víctimas mortales ni los dos sobrevivientes tenían antecedentes judiciales.
Trascendió que Sergio le alquilaba una cabina a Rodríguez y vivía en el lugar. Allegados catalogaron a los agredidos como personas trabajadoras. Sergio deja una hija de cinco años y el dueño del comercio también tenía una hija de cuatro.
Algunos testigos dijeron a las autoridades que los maleantes huyeron en una camioneta marca Ford, color blanco y sin placas. No se tienen datos de que otros comerciantes de la zona hayan vivido situaciones similares.