Errores llenos de peligro
DOCTORA MOLESTA CON PAPÁS QUE SIGUEN ECHANDO VENENOS EN BOTELLAS DE REFESCO
El personal del Centro de Control de Intoxicaciones de la Caja Costarricense de Seguro Social está alarmado porque en lo que va de este año ya han muerto tres chiquitos que bebieron el contenido de envases de refrescos en los que los adultos echaron sustancias tóxicas como cloro, desinfectante o suavizante y los dejaron a su alcance.
Además, el Centro de Intoxicaciones está como agua pa’chocolate porque ha alertado un montón de veces a los tatas para que dejen de echar sustancias tóxicas en envases en los que los pequeñitos piensan que tienen algún refresco, pero las advertencias les entran por un oído y les salen por el otro, ya que un niño muere por esta causa, cada tres meses.
Una de las gotas que derramó el vaso e hizo que las autoridades de la CCSS alzaran la voz se debió a que hace unos días atendieron a un menorcito intoxicado, porque a sus papás se les ocurrió la genial idea de echar potasa granulada en un envase de ga- seosa. El pequeñito terminó con quemaduras en su garganta y estómago, por dicha sobrevivió.
Preocupa. La doctora Ana Elvira Salas Herrera, directora del Centro de Control de Intoxicaciones, explicó que se trata de una situación preocupante porque este año se dieron muertes de pequeños que se pudieron prevenir con prácticas muy sencillas.
La especialista explicó que es urgente que la población com- prenda que las sustancias químicas no se deben echar en ninguna botella y menos a un envase de agua o de refresco porque los menores pueden confundirse .
La doctora también les llamó la atención a las personas que laboran en industrias y establecimientos comerciales para que no se lleven a sus casas productos de limpieza que se emplean en esos lugares, ya que son muy potentes y han causado intoxicaciones severas que han llevado a la muerte a varios menores.
La doctora Salas Herrera prácticamente suplicó a los tatas y familiares que sustancias de limpieza como el cloro, la potasa, los desinfectantes, entre otros, se conserven en lugares seguros donde los niños no tengan a acceso, ojalá bajo llave.
La doctora comentó que hace seis días se atendió en el Hospital Nacional de Niños el caso de un menor de edad que se intoxicó con potasa granulada que estaba en el baño. El menor echó su cepillo de dientes en un recipiente donde estaba la potasa y luego se lavó la dientes lo que le produjo quemaduras muy seve- ras en su boca y garganta.
“No se vale que lo único que están haciendo los papás es salir en carrera al hospital cuando ya sus hijos están intoxicados”, comentó molesta la doctora Salas.