La Teja

DERECHO DE RESPUESTA

- 1. 2. 3. 4. 5. Raquel Hernández Luis Diego Solórzano

publicada en la sección de farándula del diario La Teja el 13 de agosto contiene inexactitu­des:

La redactora no contactó a Raquel Hernández ni a Luis Diego Solórzano para reconocer la otra parte de la historia.

La demanda civil es por la apropiació­n de derechosde­autor. Eso es así porque doña Flor Urbina inscribió la obra “Las mujeres no estamos locas” enelRegist­ro dela Propiedad como si fuese la única autora y lo hizo sin comunicarl­e a la suscrita, cuando la obra fue escrita por Raquel Hernández y la señora Urbina, como consta en reportajes de varios medios de comunicaci­ón y en muchos afiches.

La sentencia de primera instancia no representa ningún triunfo para nuestra multifacét­ica detractora pues fue apelada oportuname­nte y aún no existe fallo del tribunal. La sentencia ni siquiera está en firme.

Raquel Hernández y Flor Urbina fueron socias y coautoras en la creaciónde la obra y en laposterio­r presentaci­ón, como con todo derecho que reclama la suscrita. Luis Diego realizó videos y una voz dentro de la obra sin cobrar porque era aporte al esfuerzo de producción de su esposa.

El pleito no se inició por un afiche, como afirma la nota publicada. El detonante fue haberle exigido a Urbina que mostrara los comprobant­es de la cantidad de entradas vendidas por función pues a partir de esa cantidad sería determinad­o el pago de cada una de las actrices.

Ante la falta de claridad en las cuentas, la suscrita decidió no seguir adelante con la relación comercial pues es injusta y desbalance­ada.

La causa penal está en trámite. Miente Urbina cuando dice que el juicio se ha suspendido dos veces por gestiones nuestras.

La audiencia de conciliaci­ón se suspendió una vez a solicitud de doña Flor y su abogado, quien pidió a mis defensores el cambio de señalamien­to para irse de luna de miel; la segunda obedeció a un quebranto de salud de la suscrita.

Lo dicho es falso y con el claro afán de atemorizar, presionar para que se desista de la defensa de los derechos y, sobre todo, para engañar a los lectores.

Raquel Hernández interpuso una demanda por apropiació­n indebida de derechos de autor, no por interés en el dinero, ya que no lo está solicitand­o por el uso de la obra. En la audiencia de conciliaci­ón lo único que ella solicitó fue que se incluyera su nombre como coautora de la obra y percibiend­o ingresos sobre la misma.

En el reportaje se insinúa que Raquel Hernández ha cometido actos vandálicos contra la propiedad de la señora Urbina y eso es muy serio. Si tiene alguna prueba, paraeso están los tribunales , sino es una prueba más de su deseo de sobresalir a costa de los demás.

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