Seminaristas llevando a Cristo a Talamanca, I Parte
“En aquel tiempo” dijo Jesús: -Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes y se las has dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido bien”, La cita es tomada de Mateo 11, 25-26, y de acuerdo a nuestra liturgia, de la Eucaristía del miércoles de la Semana XV del Tiempo Ordinario. “Casualmente” era ese miércoles el último día de la experiencia de misión de nuestros 9 seminaristas del Postulantado Comboniano, en la parroquia Santiago Apóstol, de Amubri, Alta Talamanca, en Limón. Estuvieron presentes en las comunidades de Katsi, Namuwoki, Coroma, Kachabri e Soki, entre el 11 y el 18 de julio. Precisamente esa cita del evangelio del último día de la misión fue como el broche de oro, con el que nos damos cuenta, una vez más, que las palabras deJesús tienen sentido y sehacen realidad: la gente sencilla da mucho, escucha y quiere conocer Jesús, hacer una experiencia de fe. Encontramos personas que, según sus posibilidades y recursos, aman a Dios. Realmente en las comunidades hemos encontrado gente sencilla, ensitios pobres y alejados, peroalegre de escuchar ycompartir la palabra de Dios. Posiblemente no encontramos “sabios”, según el mundo, pero sí los sabios que conocen las tradiciones y cultura de los antepasados, los que mantienen su lengua, y que se sienten orgullosos de ser bribrís. Son las personas que, según sus posibilidades y recursos, aman a Dios. Los días de misión, los seminaristas tuvieron encuentros tanto con niños, como con jóvenes y adultos.
Algunos días conmáspresencia de la gente, otros con poca, pero siempre muy animados y participativos. No faltaba la celebración de la palabra para compartirla el domingo. Continuamos la otra semana contando sobre esta experiencia.