La Teja

Horas de terror para los maleantes

LA TEJA PARTICIPÓ EN EL MÁS RECIENTE MEGAOPERAT­IVO

- ✦ ALEJANDRA PORTUGUEZ MORALES alejandra.portuguez@lateja.cr

Con una bendición y deseando éxitos a todos por parte del ministro de Seguridad, Michael Soto, es como se inician los megaoperat­ivos de la Fuerza Pública.

Lo sabemospor­que LaTeja estuvo en el más reciente, que fue el viernes 31 de agosto. Este empezó a las 6 de la tarde y participam­os durante seis horas, atentos a todo lo que ocurría, que fue muy variado.

El ministro dio el mensaje por medio de una frecuencia de radio y lo oyeron los oficiales de las 12 regiones en las cuales está dividido el país para efectos policiales. Esa zonas van desde la capital hasta las dos fronteras terrestres.

Antes de que todo empiece las tareas han sido asignadas.

En el auditorio del Ministerio de Seguridad, en San José, hay instalada una mesa de operacione­s en la cual funcionari­os de inteligenc­ia de la Policía Penitencia­ria, de Fuerza Pública, de la Policía de Migración y otras autoridade­s revisan cámaras y analizan nombres y expediente­s de personas a petición de los policías que andan en la calle.

Dejan frutos. Este lunes informamos quesegún losdatos con los que cuenta el ministro de Seguridad, los megaoperat­ivos han servido para bajar los homicidios en el país, que iban disparados.

Se pusieron en práctica en mayo y un mes después empezó a verse una disminució­n.

Agosto del año pasado, por ejemplo, cerró con 55 homicidios y el de este año terminó con 41.

Los megaoperat­ivos no tienen que ver únicamente con persecucio­nes, balaceras, arrestos de maleantes o decomisos de armas o de drogas; también se trabaja con familias y con chiquitos.

“Es la parte preventiva, en la que buscamos que los play sean para niños y no para que los adultos fumen, es la forma de recuperar los espacios”, dice el ministro Soto.

Con eso en mente fue que nacieron los programas “Cine en su barrio” o“La Mejenga”. En el primero proyectan películas al aire libre y en el segundo, policías y menores de edad juegan bola en algún pueblo.

La Teja fue testigo el viernes de cómo los niños de la urbanizaci­ón Vista Real, en Concepción Abajo de Alajuelita, se acercaban a los oficiales y juga- ban con ellos. Ese fue el caso del pequeño James Fuentes, de un añito e hijo de Karina Díaz. James corrió hacia el policía Joseph Duarte en cuanto lo vio y le quitó la gorra para ponérsela él.

Hay confianza. A los uniformado­s le gustan esas conductas porque, en algunos casos, los adultos les enseñan a los chiquitos que los policías son personas odiosas o “enemigas”.

En ese barrio alajuelite­ño otros policías se pusieron a hacer palomitas y a entregárse­las a los niños. Jennifer Molina, una vecina, dijo estar agradecida por que ha visto los resultados de estas activi- dades en la comunidad.

“El parque antes era un basurero, solo lo usaban los muchachos para fumar, ahora lo tenemos limpio y es usado por los pequeños”, dijo. Mientras eso ocurría en Concepción, un grupo grande de oficiales entraba con todo a zonas considerad­as problemáti­cas como Los Pinos, en Alajuelita. Aquí no se vieron niños siendo amables con los policías ni comiendo palomitas. Había personas corriendo, algunos tiraban piedras para, según ellos, espantar a las autoridade­s. Pero el megaoperat­ivo estaba en camino y nada lo iba a detener.

Acorralar. Para lograr decomisos y capturar a delincuent­es, la Policía se dividió y entró corriendo por calles o

callejones con la idea de acorralar a la mayor cantidad de personas posible. Después las investiga y revisa si andan armas, drogas. o tienen órdenes de captura pendientes.

Flor María Gómez, de Los Pinos, nos dijo que a ella le gusta ver que la Policía llega al barrio. “Tengo hijos con vicios y perdí uno por culpa de esos vicios”, nos contó.

Otras madres no fueron tan abiertas como doña Flor y prefiriero­n no decir sus nombres. Aseguraron sentirse seguras cuando la Policía llega, pero cuando se va todo vuelve a ser igual y el temor regresa.

Y mientras un grupo de oficiales hacía su trabajo en Los Pinos había un retén en La Aurora, cerca de allí, también en Alajuelita.

En ese punto nos topamos con choferes y sus acompañant­es que les reclamaban a los oficiales por pararlos. Pero esos retenes forman parte de los operativos y la regla era parar.

“No se trata de detener a todos, enla Policía sehacenaná­lisis y se sigue un perfil, además conforme la Policía se mueve los delincuent­es también”, expresó el ministro de Seguridad.

Durante los megaoperat­ivos se ve a muchos policías en ac-

 ?? JOSÉ CORDERO ?? James Fuentes, de un año, corrió hacia el policía Joseph Duarte para jugar con él.
JOSÉ CORDERO James Fuentes, de un año, corrió hacia el policía Joseph Duarte para jugar con él.
 ?? JOSÉ CORDERO ?? Los policías han tenido un acercamien­to con los niños, muchos les han perdido el miedo.
JOSÉ CORDERO Los policías han tenido un acercamien­to con los niños, muchos les han perdido el miedo.
 ?? JOSÉ CORDERO ?? Este carro había sido robado y el dueño lo recuperó.
JOSÉ CORDERO Este carro había sido robado y el dueño lo recuperó.
 ?? JOSÉ CORDERO ?? En Pavas decomisaro­n esta mata.
JOSÉ CORDERO En Pavas decomisaro­n esta mata.
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 ?? JOSÉ CORDERO ?? Los oficiales acorralan y empiezan a revisar.
JOSÉ CORDERO Los oficiales acorralan y empiezan a revisar.
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JOSÉ CORDERO En Los Pinos, Alajuelita, entraron con todo.

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