Nashly, la mejor bombera de Guana
La pequeñita Nashly Sofía Vanegas Gutiérrez, de cinco años, hizo realidad su sueño: ser bombera.
La menor sufre cáncer terminal y los bomberos de Filadelfia de Carillo, Guanacaste, le cumplieron el deseo a la menor.
El jefe de batallón, Johnny García, nos contó que todo empezó porque Hans Figueroa, bombero de Liberia, es vecino de Nashly, por lo que se dio cuenta de la gran ilusión que la pequeñita tenía por usar el uniforme y también andar en una de las máquinas.
La pequeñita tiene un cáncer terminal llamado neuroblastoma (que se forma en el tejido nervioso), además tiene dos tumores, uno de ellos en la médula ósea, el cual provoca que se sienta muy débil. La niña lleva dos años luchando.
“Nos pusimos de acuerdo para hacerla pasar un día bien bonito, fue el viernes pasado. La verdad fue algo inolvidable para ella y para su mamá Jéssica Gutiérez, y claro que para nosotros”, dijo García.
Uniformada. La pequeñita vive en Belén de Carillo, cerquita de la estación y de ahí nació su admiración por los rescatistas.
García nos contó que cuando un carro de bomberos llegó a recogerla ella se asustó, pero su mamá y los otros bomberos le explicaron de qué se trataba y se emocionó mucho.
A Nashly le pusieronun precioso uniforme con todo y casco, la subieron en una de las máquinas y la llevaron a dar un paseo por el barrio, tal y como ella lo soñaba.
Además, los bomberos le prendieron fuego a un pedazo de estañón y con ayuda de una manguera la menor apagó las llamas.
Su carita cargada de emoción alegró el corazón de los más de trece rescatistas que se apuntaron a participar en la linda actividad.
“Le compramos un queque con su nombre y la verdad compartimos un rato muy lindo, incluso la mamá nos dijo que estaba sorprendida porque por un medicamento que Nashly toma es común que pase como con sueñito, pero más bien agarró una energía y una alegría increíble”, dijo García.
La mascota de la estación, una perrita llamada Saky, también se vio favorecida porque Nashly se pegó una gran jugada con ella, le rascó la pancita y le hizo piojito.
Por la alegría.“La mamá de la niña nos contó que en el hospital ya le dijeron que no le pueden poner más el medicamento y la mandaron para la casa. La gente de la clínica del dolor la visita. Nosotros cada vez que nos damos cuenta de algún caso en que podamos ayudar para dar un momentito de alegríayde calidad de vida participamos”, dijo García. Nashly y su mamita agradecieron mucho a los bomberos el día que las hicieron vivir.
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Fue algo inolvidable para ella y para su mamá, y claro que para nosotros”.