¡NINGUNO PUDO CON ÉL!
Periodismo deportivo pierde a un valiente
“
Sabía darte una palmadita cuando las cosas no estaban bien”.
“
Cuando me bajé (del carro) me dio varias bolsas con uvas y con manzanas”. LEONEL JIMÉNEZ PERIODISTA
El país perdió una voz de esas que solo aparecen cada cierta época y dejan huella.
Varias generaciones crecieron oyendo la voz y el estilo inconfundibles de don Javier Rojas González, quien falleció ayer en su casa de La Uruca.
El próximo 1 de octubre habría cumplido 80 años.
Su campo de batalla principal fue la radio, pero durante casi diez años se volvió una cara familiar porque entre 1985 y 1994 presentó la sección de deportes de Telenoticias.
Lo caracterizaba su gran corazón, de lo cual pueden dar fe los también comunicadores Marcelo Castro, de Telenoticias, y Leonel Jiménez, director del programa Sensación Deportiva, que se transmite por radio Columbia.
Ambos trabajaron con don Javier y conocieron bien cómo era “el Capo”.
Para Marcelo, compañero de trabajo de don Javier entre 1986 y
1994 en canal 7, fue doloroso saber que don Javier había muerto porque lo consideraba un papá. “Siempre fue cálido y le gustaba ayudar en lo que podía. Era un excelente profesional, tenía dos particularidades: la primera era ser polémico, no le temblaba el pulso para decir las cosas y la segunda era que sabía mucho de fechas y marcadores de fútbol. Era una biblia en esos temas”, dijo. Marcelo recordó con cariño cómo don Javier le ayudó en
1991 cuando tomó una decisión muy importante. “Siendo joven hiceun esfuerzo por comprarme una casa en Pavas y, no me da vergüenza decirlo, él me hizo un préstamo de cien mil colones para comprarla, el valor era de dos millones. “Una vez me dijo que ni siquiera le recordara eso (el préstamo) porque lo había hecho con mucho cariño. Toda la vida le voy a estar agradecido”. “Fue un gran amigo, era un hombre que sabía darte una palmadita en el hombro cuando las cosas no estaban bien. He llorado (por la muerte) porque la verdad le tenía muchísimo aprecio”.
Otra de las anécdotas que Marcelo tiene presente es de cómo lo conoció.
“En 1978 Herediano fue campeón, yo era un chiquillo de diecisiete años, pero sabía quién era él como desde que tenía diez años porque lo escuchaba en la radio. Undía erancomolas once de lanoche y entonces los carajillos nos metimos al estadio (Rosabal Cor- dero) y en ese momento salió don Javier, yo me lo topé de frente. Casi me desmayo y, vea las cosas de la vida, luego fuimos compañeros de trabajo y amigos”, añadió.
La mejor Navidad. Y hay otra historia que nos da más luz sobre la bondad de don Javier.
En la Navidad de 1976, Leonel Jiménez no tenía plata para comprarle el regalito a su hijo.
“Yo solo tenía cien colones en la bolsa, estaba sin deseos de regresar a mi casa porque no tenía ni para llevar medio kilo demanzanas o de uvas, mucho menos un juguete para mi hijo Leonel, que tenía cuatro años.
“Javier me vio triste y me preguntó si pasaba algo y le dije que nada, pero él, con ese olfato de padre, me invitó al Centro de Sport para comprarle un regalo a su hijo Mario Javier y estando ahí me preguntó cuál sería un gran regalo”, recuerda.
Leonel le dijo que había visto un carrito de bomberos precioso y de inmediato Javier lo apartó.
“Al salir (del Centro de Sport), compró seis kilos de manzanas y uvas y me llevó hasta la casa. Cuando me bajé me dio bolsas con uvas y manzanas y me dijo ‘ayúdeme a bajar esta caja’ y resulta que el carro de bomberos era para mi hijo. Me puse a llorar y le doy gracias a Dios porque esa Navidad fue posiblemente la más feliz de mi vida”, cuenta Leonel.
Así era el Capo de la radio, un hombre bueno.