Patrullita de media tejita
María del Rocío Corella Rojas celebró su primer Día del Niño hace 50 años. Esta vecina de San Felipe de Alajuelita tenía apenas 26 días, y su llegada a este mundo fue noticia porque lo hizo en radiopatrulla.
Su mamá Isabel Rojas Bogarín recuerda con mucho cariño esa anécdota, ocurrida el 14 de agosto de 1968, un día antes del Día de la Madre, pues los oficiales que atendieron el parto les salvaron la vida.
Doña Isabel nos contó en la casita donde vive, en barrio Luján, que en aquél entonces ella vivía en Guachipelín de Escazú, en una finca de acceso muy complicado, además el invierno estaba en lo más y mejor, por lo que todo era monte y barro.
“Ya yo tenía los nueve meses y a mi bebé se le antojó nacer, en ese momento no sabíamos si era niña o niño, no teníamos carro, entonces mi esposo decidió salir a pedir ayuda”, relató Rojas.
Lo primero que pasó fue una radiopatrulla con dos oficiales por lo que don Juan Luis Corella, papá de María del Rocío, les pidió ayuda.
Los oficiales subieron a la mujer y a toda velocidad la llevaban para el Hospital San Juan de Dios.
“Yo ese día tuve mucho miedo, yo quería llegar al hospital rápido, pero ya se me había reventado la fuente, ellos me preguntaban cómo estaba, fueron muy respetuosos conmigo, pero yo tenía demasiada vergüenza”, relató lamadre de siete hijos, Rocío es la tercera.
Cuando la patrulla iba por el puente de los Anonos, doña María no aguantó más, los oficiales tuvieron que detenerse, ella les dio algunas instrucciones y la bebecita nació.
“Los policías estaban todos asombrados, nunca habían pasado por algo así, y cuando vieron la bebé más rápido nos llevaban, mi esposo me decía quédese queditica porque ellos van a pensar que estás loca, ya vamos a llegar al hospital.
“Cuando llegamos al hospital ahí me cortaron el cordón umbilical y nos atendieron, estuvimos ocho días internadas, es que antes lo dejaban mucho tiempo a uno, ahora no, pero las dos estábamos muy bien, era una niña preciosa y muy sana”. El nacimiento de la bebita fue todo un acontecimiento. “Para mí fue una bendición haber recibido la ayuda de esos dos policías, porque si no mi bebé hubiera tenido que nacer en el monte, es un recuerdo tan lindo, uno no lo olvida nunca”, destacó la orgullosa mamá.
Siempre cuenta historia. Rocío nos contó que a ella desde muy pequeñita sumamá le contó que había nacido en una patrulla, aunque su papá le contó todo con lujo de detalles cuando tenía como 30 años.
“Mi papá decía que habían subido a mi mamá en una banca y así la sacaron del barro, y que por suerte la radiopatrulla pasó y nos ayudó, además me contaba que ellos llevaban mi ropa en un saco de gangoche y cuando nací sacaron la ropa y me metieron en el saco para calentarme y que en esa carrera no me cayera”, recordó Rocío.
Incluso chiquitilla la bautizaron como “la patrullita”. Una de sus tías era la que más le decía así, después de tantos años cuando recuerdan lo ocurrido también le dicen el apodo.
Otros hijos. Doña Rocío es mamá de cuatro hijos y trabaja en una empresa como miscelánea. Asegura que siempre cuenta la historia.
Incluso sus compañeros de brete un día le regalaron la foto de una patrulla.
“Ahora que cumplí los 50 años me puse a pensar en eso, en que gracias a Dios esos policías ayudaron a mi mamá, incluso mi mamá los invitó al bautizo y uno de ellos fue mi padrino, gracias a una tía lo conocí hace muchos años y él me volvió a contar la historia, ya falleció”, contó.
Eso sí, ella no sabe si tendrá algo que ver, pero le tiene horror al sonido de las sirenas.
“Uno nunca sabe por qué las llevan puestas pero se imagina cosas feas”, dijo la alajueliteña quien asegura que cada vez que se da cuenta de que un bebé nace en una ambulancia, helicóptero o en un lugar que no sea el hospital siente que es ella.
““Me metieron en el saco de gangoche para calentarme y que no me cayera”. MARÍA DEL ROCÍO CORELLA