Chepito y el tra-ba-jo
Es comprensible y válido que los trabajadores, sean públicos o privados, defiendan sus derechos. Lo que no se vale es que algunos del sector público cierren calles, lo cual es un delito, para exigir quese mantengan intocables una serie de sus privilegios que, en muchos casos, son pagados por los breteadores del sector privado.
Doña Eugenia Cartín, a quien todos recordamos por el broncón con Tigo, nos refrescó ayer que el deber de todos es ayudarle al país tra-ba-jando y algomuyparecido hizo el exatleta Roger Madrigal, que ahora trabaja en turismo y quien “armado” con una pancarta les pidió a varios manifestantes en Turrialba que lo dejen ganarse los frijoles.
“Yo necesito trabajar y su bloqueo no me deja”, les hizo ver con educación.
La reacción de los manifestantes fue volver la cara, como si no fuera con ellos y siguieron en lo que estaban, es decir, sin trabajar.
Los ejemplos de doña Eu y de Roger son dignos de admirar. Si queremosque el país no siga pagando las consecuencias de las decisionesde gobiernos anteriores, que no les entraron a problemas que eran urgentes, todos debemos trabajar duro.
Las medidas que el gobierno de Carlos Alvarado piensa tomar exigen un esfuerzo de todos. Ya no se puede mantener a una clase con privilegios odiosos e injustos. Debemos tra-ba-jar por Costa Rica.