Chepito y el relato
Laperiodista Maricruz Leiva compartió ayer en su perfil de Facebook un relato tristísimo y doloroso de lo que viven ella y centenares de personas que están internadas en hospitales de la Caja.
Ella tiene la ventaja de ser conocida y su voz tiene eco en muchas partes. Hayque pensar en el montón de personas –ancianos y niños– que no cuentan con las redes sociales para hacerse oír.
Lo que cuenta Maricruz para el pelo y desnuda, una vez más, el poco interés que tienen los sindicatos en las personas, en el sufrimiento de quienes deben permanecer semanas o meses en la cama de un hospital.
Habla, por ejemplo, decómo les afectaba a los pacientes la charanga que montaron los huelguistas el miércoles en el paseo Colón armados con pitoretas y tumbacocos, dejando por completo de lado el más elemental sentido común de cara a los pacientes. “Por cada grito o ‘bomba’ que lanzaban yo mequedaba sin aliento, el dolor me llegaba a lo más profundo. Cada grito me atornillaba la espalda o el abdomen. Me preguntaba si a mí, siendo adulta, me costaba manejar ese escándalo, ¿qué estaría pensando uno de los niños internados en el hospital de niños? Y no, señores, la huelga no da para tanto”, cuenta la periodista.
Si Maricruz tuviera al frente a personas sensatas le darían la razón, pero se trata de sindicalistas, gente que solo piensa en sus privilegios. Si no les importa el país, menos las personas.