Chepito, Albino y la jugosa lucha

“Yo quisiera saber si un familiar cercano a los funcionarios, que supuestamente interrumpieron las cirugías en el San Juan de Dios, estuviera necesitado de una cirugía, supongo harían cualquier cosa por su pronta atención pero como no es su situación nos les importan esos enfermos ni la desesperación de sus familias”. Esto nos lo escribió la lectora Diana Ulloa.

“El día de la marcha mi dolor competía con el escándalo y la charanga que tenían afuera: cimarronas, tumbacocos, altavoces”, narró este lunes en La Teja la periodista Maricruz Leiva, internada en el San Juan de Dios.

“Como gente de cocina está en huelga traen un bollo de pan, una tajada de queso y una caja de leche para el desayuno. Y a darle gracias a Dios”, agregó Leiva.

Y mientras los sindicalistas siguen en su lucha por seguir aferrados a sus beneficios, sin importarles el dolor que causan, su líder de “toda la vida”, Albino Vargas, le sacó el jugo a sus 28 años a la ANEP, y se pensionó con ¢1,2 millones mensuales.

Vargas se acogió a su jubilación, nada despreciable, en julio pero esta no la ganó por su puesto real, oficinista, por la que pudo haberse ido para la casa con un monto de unos ¢300 mil mensuales. Después de sus últimos berrinches en esta irracional huelga, lo veremos en las faldas de la Cruz de Alajuelita con la satisfacción de haberse aferrado al puesto por “defender” al pueblo, y jamás pensando en una pensión tan sabrosa...