Chepito y el irrespeto a don Carlos
Don Otilio Ulate Blanco, presidente de 1949 a 1953, y quien vivía en barrio Amón, tenía la costumbre de caminar todas las mañanas a Casa Presidencial, que quedaba donde hoy está el Tribunal Supremo de Elecciones. Incluso en una ocasión un ciclista lo atropelló y amboscayeron al suelo. Lanoticia que circuló internacionalmente se concentró en el hecho de que el presidente de Costa Rica caminaba por la calle sin escolta.
Y es que cuando uno ve la forma en que se desplazan otros mandatarios en sus países, en carros blindados y con un ejército de guardaespaldas, sacamos pecho de que eso no se ve en Costa Rica.
Sin embargo, las imágenes que hoy le dan la vuelta al mundo sobre los insultos y malacrianzas de los sindicalistas hacia el presidente Carlos Alvarado realmente sonrojan a cualquiera.
Esa malacrianza, sin embargo, espero que se les revierta y les pase una cara factura. La mayoría de los costarricenses son nobles, trabajadores y repudian este tipo de actos. Esta vergonzosa reacción de los huelguista no es más que el reflejo de la desesperación sindical porque no se saldrán con la suya de seguir manteniendo privilegios mientras la mayoría de los ticos sí nos socamos la faja.
El bochornoso momento debe servir de aliciente para que el presidente y los diputados se mantengan firmes en el plan fiscal. Creo que ya fue mucho con demasiado.