Tenga paz (II parte)

La semana anterior comenzamos a tratar este tema basado en el popular dicho juvenil ¡Tenga paz!, pero que tiene un fundamento bíblico en Romanos (12:

14-19).

A través de este pasaje el apóstol Pablo nos da unos consejos muy útiles para lograr este gran fruto del espíritu.

El consejo bíblico de este mensaje es más que acertado. Bendecir a los que nos persiguen… muchas veces es complicado, pero no imposible. Tener solidaridad con el que se alegra y el que está en sufrimiento.

Muy importante la armonía entre nosotros, unida a algo que no debe faltar, la humildad, no pensando en que somos los únicos con la razón… no siendo vengativos… y claro, lo resumeen sí es posible y sí se puede. Esto nos indica que no todos vamos a pensar igual, pero no por eso vamos a convertirnos en enemigos mortales. Tengamos paz… al fin debemos dejarque ElSeñor, que es un juez justo actúe. Después de todo, Hebreos

10:31 nos dice: ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

Pero es un hecho que esta paz solo se obtendrá habiendo entregado nuestras vidas para que Cristo reine en ellas.

Olvidaba mencionar que estos consejitos fueron dados a la Iglesia de Roma, cuando el emperador los perseguía y los martirizaba, así que calcule usted, si en estas circunstancias se recomienda Tener paz… Jesús nos llena de ella.

Él dijo en Juan 14:27: “La paz les dejo; mi paz les doy”. Yo no se la doy a ustedes como se la da el mundo.

No se angustien ni se acobarden que en Él está la respuesta”.