El cambio inicia en uno mismo
Quiero referirme a la carta Encíclica del papa Francisco “Laudato Si” sobre el cuidado de la casa común, con el fin de que cada persona de buena voluntad y cada cristiano, analicemos cuál es nuestro papel en el cui- dado de nuestra casa común, y definamos qué podemos y debemos hacer para dejar una huella verde durante nuestro paso por esta vida.
Es bueno que nos cuestionemos acerca de esto y que todas las noches hagamos un serio examen de conciencia sobre la manera en que cada día deterioramosoprotegemos lagranobra que Dios creó.
Como dice el papa, necesitamos una reacción global más responsable, la cual implica encarar la reducción de la contaminación y el desarrollo de los paí- ses y regiones pobres (LS 175); por esto, el problema y la solución no está únicamente en manos de las empresas con capacidad de hacer grandes cambios, sino en lo que cada uno dentro de una cultura consumista, pueda cambiar en su estilo de vida (cfr. LS 203-208).
Analicemos, ¿qué puedo hacer para cuidar mi casa común? Debo pensar en la naturaleza, dondeincluimos al serhumanounido a ella como una cadena de infinitas correlaciones; las vertientes de agua, las especies grandes y pequeñas, el aire, la tierra, etc. También hayque tener en cuen-