DOS GOLPES DE SUERTE CONTRA EL CÁNCER
Maribel Chinchilla Portuguez es una alegre herediana, de 53 años, a quien la vida le dio la oportunidad de pegarse dos premios que le salvaron la vida y por los cuales se siente muy, pero muy agradecida.
El primer gancho a la suerte lo dio por casualidad, hace cuatro años y medio, mientras veía un programa matutino de noticias en el que estaban hablando de los síntomas que presentan las pacientes de cáncer de seno.
La entrevista la dejó con curiosidad porque había notado que en su pecho izquierdo crecía una pelota con forma de huevo, la parte baja parecía que se partía en dos y su pezón empezó a hundirse.
“Ese día estaban rifando unas mamografías en el programa, así que mandé mis datos y les conté todo lo que tenía, ahí mismo me llamaron y me dieron la cita”, contó doña Maribel.
El día de la cita recibió la dura noticia de que tenía cáncer de mama, para confirmar por completo su estado le mandaron hacerse una biopsia y se acabaron las dudas, tenía la enfermedad en su seno izquierdo.
De inmediato la mandaron para el Hospital México porque su caso no podía esperar, y a partir de ese momento empezó con las quimio y las radioterapias previas a la cirugía en la que le quitaron el pecho.
“La gente lo ve a uno con ropa y cree que uno está bien, pero verse frente al espejo solo con un pecho es un golpe durísimo, uno llora mucho porque así no te sientes mujer, al tiempo le hacen a uno la reconstrucción, pero como uno pierde el pezón se ve como una barbie”, aseguró. A doña Maribel se le juntó todo, verse incompleta fue un golpe anímico, se separó de su pareja y hasta le tocó esconderse por un año de su mamá, quien entonces tenía 90 años y le daba miedo que por su condición no resistiera la noticia. “Yo le inventaba excusas para no ir a visitarla, que el divorcio, que los niños, que el trabajo, no fui hasta que me creció el pelo”, recordó.
100 mujeres esperan por un tatuaje
Segundo golpe de suerte. La recuperación iba viento en popa, el tumor no volvió a crecer y le reconstruyeron el pezón con piel de la ingle, pero ella seguía sintiéndose diferente, aunque no iba a andar desnuda por la calle, la idea de verse diferente no le salía de la cabeza, ella quería verse “pareja” en el espejo.
“Cada uno tenía un color diferente, era como chocolate a la derecha y vainilla a la izquierda, una vez hasta le pregunté al doctor por qué no guardó el que tenia para que luego de la operación me viera igual”, aseguró.
“La mayoría de la gente dice que uno debería estar agradecido con estar viva, pero lo que no entienden es que la idea de volver a verse bella es parte de la recuperación”, aseguró esta luchadora.
En el 2017 escuchó de una campaña que hace la zapatería Payless con la Fundación Nacional de Solidaridad contra el Cáncer de Mama (Fundeso), la cual en dos ocasiones ha traído al tatuador colombiano Fabián Henao, quien hace en el seno un tatuaje 3D que queda igualito a un pezón.
“El tiene un programa de responsabilidad social en el que dona su tiempo y pensamos en traerlo para aportar algo que hasta ese momento no se incluía entre las donaciones para la causa”, explicó Ana Cristina Corrales, gerente general de Payless. Fue así como doña Ma- ribel se apuntó a otro concurso para ver si se ganaba uno de esos tatuajes.
“Jamás en la vida me imaginé hacerme un tatuaje, pero me quería ver normal otra vez y ya no tenía nada que perder”, dijo.
Fue así que la suerte la escuchó por segunda vez y quedó en la lista de mujeres que se ganó el tatuaje, un tratamiento carísimo valorado en más de ¢800 mil, que en media hora le devolvió la seguridad que la enfermedad le robó.
Cien en espera. Esta iniciativa tuvo tanto éxito que para este año hay una lista de espera de 100 mujeres.
La plata que se invierte en este proyecto sale de la venta de tenis marca Champion, además de una pulsera o un par de medias de colección. Los fondos se usan para financiar los gastos de viaje del tatuador que viene una semana a trabajar por las ticas.
Este artista colombiano vino el año pasado dos veces a Costa Rica y tatuó alrededor de 10 mujeres por día, este año vendrá en noviembre y espera ayudar a más de 100 mujeres.
La gente lo ve a uno con ropa y cree que uno está bien, pero verse frente al espejo es un golpe durísimo”
MARIBEL CHINCHILLA
SOBREVIVIENTE DE CÁNCER