Chepito, Matosas y las argollas
“Mi compromiso es con el rendimiento, no con los nombres, todos tienen el mismo chance, no me importa en qué equipo jueguen”. “Primero tengo que ir a conocer a los equipos, su directiva, su presidente, sus entrenadores, sus jugadores”. Estas son parte de las primeras declaraciones del nuevo seleccionador nacional, el uruguayo Gustavo Matosas.
Sin embargo, como diría santo Tomás, ver para creer. Pero como Matosas asumirá hasta enero voy a darle el beneficio de la duda.
Me gustaría creerle porque en el ADN de los entrenadores ticos están muy metidas las argollas, el club de amigos.
En el 2006 y este 2018, Alexandre Guimaraes y Óscar Ramírez, respectivamente, fueron los grandes exponentes del amiguismo y los fracasos en Alemania y Rusia fueron fulminantes.
Hasta la saciedad criticamos que Ramírez llevara a Rusia a Cristian Bolaños y a Johan Venegas porque no estaban a nivel, pero quiso premiarlos. El daño fue terrible, el interino Rónald González también dio claras muestras de argollero en el desastre de gira en Asia, a inicios de setiembre. La convocatoria del futbolista morado Randall Leal, y la mayoría de jugadores representados por Joaquim Batica, da fe del arraigado amiguismo enla Tricolor.
Ojalá que con Matosas eso cambie, para motivación de los nuevos valores y para favorecer el crecimiento de nuestro manoseado fútbol.