Truquitos para chiquitos que comen poco
1 Involucrar a los niños desde el
proceso de compra hasta la preparación de la comida. Llevarlos a la feria del agricultor, o al súper, invitarlos a preparar los alimentos, cocinar, adobar y lavar los platos. Al sentirse involucrados, sentirán más apego con los alimentos.
2 Dejar a los niños jugar
con su comida. Ellos deben tocarla, olerla, sentirla, probarla y saborearla para poder aceptarla.
3
Incentivar el consumo de un alimento nuevo a la vez, por ejemplo, un día se prueba el brócoli, otro día el tomate, y sucesivamente, y no se debe presionar a los niños.
4 Buscar la opción más saludable de los alimentos
preferidos de sus hijos. Por ejemplo, si su hijo solo quiere comer papas fritas, prepare usted esas papas en casa, lleve a su hijo a la feria a comprarlas, lávenlas juntos, y cocínenlas, ya sea al horno, en freidora de aire, en un sartén o de alguna manera en que igual le agraden, y sean una versión más saludable.
5 Ofrecer a los niños los mismos
alimentos que consumen los padres, por ejemplo, si para cenar hay garbanzos con pollo, primero se le debe ofrecer al niño esta comida, incentivar a que la prueben.
6 Hacer una lista de los
alimentos que “no le agradan” y decirles que deben consumirlos 3 veces para poder realmente confirmar que no le gustan.
7 Comer en familia es esencial para que los niños consuman alimentos que nunca han probado. Los padres deben de consumirlos y brindar comentarios como “¡qué rico está el zucchini!”, “¿ya probaron estas lentejas?, ¡están espectaculares!”.
8 Compartir los momentos
de alimentación con hermanos y amigos es esencial. Si un niño ve a su amigo comiendo uvas, él querrá comerlas también, ya que los amigos y hermanos tienen una influencia positiva en los niños.