Chepito y el palco del Morera

A alguien se le ocurrió que la Liga podría alquilar sus palcos para recibir el Año Nuevo, en el que sueñan con alcanzar por fin el título 30 en la celebración del centenario de la institución y la idea no es mala. Ya el empresario Enio Cubillo, ligado a la institución, y quien puso la gramilla del Morera Soto, así como el fotógrafo oficial del club, Rubén Murillo, saben que allí las fiestas se pueden hacer en grande. A pesar de que en la lamentable actividad había invitados como el exfutbolista manudo Ronald Matarrita y otro poco de jóvenes, el peso de la directiva manuda debería caer sobre Cubillo y Murillo por su ligamen directo con la institución, que el domingo no tenía nada para celebrar. Hasta para el rojinegro más pasivo la actividad resultó indignante. ¿Qué había que celebrar después de perder un intenso pulso sobre la gramilla del Morera Soto ante el Herediano, con Jafet Soto y Hernán Medford en el banquillo? Dos rivales de los liguistas, como Soto y Medford, minutos antes acababan de dejar el Morera Soto como una tumba, sin embargo, el silencio no fue sepulcral porqueen el palco rojinegro todo era jolgorio.

Me gustaría ver si Fernando Ocampo, presidente de la Liga Deportiva Alajuelense, se amarra los pantalones y envía un mensaje ejemplar a la ofendida afición rojinegra. De no ser así, le sugiero convertir el Morera en un gran salón de fiestas.