Ricos por una semana
Un hombre de apellido Barquero y otro de apellido Gazo, que se robaron ¢40 millones de una sucursal del BAC en Cartago, luego de que este último se hiciera pasar por custodio, no aguantaron la tentación de tener tanta plata entre sus manos y empezaron a gastar a lo loco.
Los vivazos usaron parte de la harina para comprar un 4x4 marca Isuzu y modelo Dmax LS 2013, valorado por Hacienda en ¢9 millones, y una motocicleta por la que habrían pagado cerca de 3 melones.
La vida de ricos les duró una semana porque la noche de este este viernes fueron detenidos por agentes del OIJ, quienes los vincularon con el atraco ocurrido el sábado 2 de febrero en la sucursal ubicada dentro del centro comercial Paseo Metrópoli, en Cartago.
Barquero, de 30 años, fue capturado en La Lima de Cartago, y Gazo, de
24, fue pegado en la casa de una hermana que vive en Osa, zona Sur. Este último habría sido la mente maestra haciéndose pasar por custodio y en el momento que lo detuvieron andaba ¢400 mil en la billetera.
La mañana de este sábado el OIJ allanó los apartamentos en los que vivían los sospechosos en La Lima de Cartago. Dentro de uno de estos encontraron un uniforme de una empresa dedicada al transporte de valores. Afuera del inmueble estaba la moto y el chuzo que compraron, dentro del carro los judiciales hallaron ¢680 mil. Susto por hacer un favor. Además, los agentes allanaron una casa en San Ramón de Alajuela que le pertenece a una mujer que es amiga de uno de los sospechosos. Ahí hallaron un paquete con ¢20 millones.
La Policía Judicial informó que la mujer, cuya identidad no se dio a conocer, no fue detenida debido a que ella solo le hizo el favor a su amigo de guardarle el paquete sin saber que adentro había una millonada. Era tanta la fiebre por gastar la platica que los sospechosos ni siquiera se dieron a la tarea de separar el dinero durante esta semana, pues el OIJ decomisó varios fajos de billetes de ¢10 mil y ¢20 mil que aún estaban empacados con una insignia del BAC.
Según la oficina de prensa de la Policía Judicial, entre el dinero que hallaron y los vehículos decomisados han logrado recuperar cerca de ¢32 millones.
El teje y maneje. Muchos quedaron con la boca abierta al enterarse de que los sujetos se llevaron los ¢40 millones sin hacer un solo disparo.
Resulta que Gazo trabajaba para una empresa de transporte de valores y por eso conocía cuál era el teje y maneje de los custodios a la hora de retirar la plata de la sucursal.
El vivazo se dio a la tarea de conseguir el uniforme y una identificación de otro compañero para entrar al banco y no levantar sospechas.
Barquero, por su parte, lo esperó afuera de la sucursal. Ambos se cambiaron la ropa antes de salir espantados del centro comercial, montados en un taxi.
El engaño fue descubierto casi una hora después por los funcionarios bancarios, cuando los verdaderos custodios llegaron a recoger el dinero.
La Policía Judicial aseguró que Gazo también vivía en uno de los apartamentos ubicados en La Lima de Cartago, pero como sabía que la cosa se podía poner fea decidió irse a la casa de su hermana.
El mismo día del atraco el banco identificó al vivazo gracias al sistema de seguridad, por lo que le pasaron el santo al OIJ.
¢32 millones han sido recuperados