Héroes del clásico
EMPATE A CERO ENTRE SAPRISSA Y LA LIGA EN LA CUEVA
Karol Espinoza kespinoza@lateja.cr El primer clásico del clausura 2019 acabó con un empate a cero, en la Cueva, una mejenga en la que Róger Rojas se comió tres pepinos claros, mientras los porteros Patrick Pemberton y Aarón Cruz fueron los héroes.
Eso sí, para ver la emoción del juego hubo que esperar al segundo tiempo, porque en el primero, solo hubo un equipo, el Monstruo, Alajuelense fue un remedo de equipo.
Los manudos perdieron balones a cada rato, salían al pelotozo y todo el fútbol estaba en los pies morados. Cuando los rojinegros llegaron a hacer 16 pases consecutivos no hubo profundidad y al final, Luis Garrido perdió la pecosa.
Y para echar más sal a la herida, Allan Miranda, el defensa que nadie entiende cómo juega con los manudos, llegaba tarde a las marcas y perdía bolas como si estuviera aprendiendo a patear bola, y hasta túneles le hacían.
Incluso, la presión de los morados hizo que los manudos tocaran mucho la bola atrás y en una de esas, Patrick Pemberton se mandó con un saque al vacío, Saprissa recuperó en el mediocampo, montó un contragolpe y Garrido debió cometerle una falta que acabó en un tiro libre de los morados salió por encima del marco.
Para rematar, en la casa manuda la amnesia entre lo que sí jugaban el torneo pasado y lo que se les olvidó en el actual, hizo que Marco Ureña, el fichaje de junta directva para su fiesta del centenario, se viera desesperado y hasta rematara sin ton ni son un contragolpe que daba para más. Todo era horrible en Alajuela.
Del lado morado, matuvieron la idea de Wálter Centeno de toque, toque y toque y de salir jugando con la bola en los pies desde atrás con el portero Aarón Cruz, al que le hizo señas de regaño en una jugada donde no aplicó su idea y mandó la bola a la lateral.
Los morados dominaron, tuvieron dos claras en ese primer tiempo, una de Marvin Angulo,al minuto 27, que pegó en el horizontal y antes hubo otra, al minuto 14, en una subida por la banda derecha cuando Ricardo Blanco le sirvió al diez morado, éste remató y Rubilio Castillo no pudo cerrar cuando ya tenía a Patrick Pemberton vencido y la pecosa se paseó frente al marco.
Esas fueron las más claras de los tibaseños que se aprovecharon del nerviosismo y las imprecisiones de Miranda, al que le pusieron adelante a Barlon Sequeira para que lo ayudara, pero ni así mejoró su imagen.
Los males de los manudos son muchos y la falta de comunicación entre los jugadores provocó jugadas como la de Porfirio López, al minuto 26, cuando no pudo controlar la bola en el área con la marca encima de Castillo, quien terminó en el suelo, mientras los morados pedían un penal, y López solo alcanzó a mandar al tiro de esquina.
Otra historia. Para la segunda parte, está claro que la charla técnica del medio tiempo en ambos equipos incluyó jalón de orejas porque morados y manudos mostraron otra cara y se fajaron a jugar. La mejoría fue más notoria en los rojinegros.
Rapididito los visitantes se encontraron con un error de salida de los morados, recuperaron y el esférico le quedó a Roger Rojas, que remató de derecha, pero Aaron Cruz evitó lo que parecía gol al desviarla con la mano derecha.
Era una jugada de esas que en otro momento hubiera sido gol claro del hondureño, pero ahora no, demostrando que la crisis también lo contagió.
Rojas tendría otro chance , al 49, con un globo que le quiso mandar a Cruz, no obstante, la bola pasó encima del marco.
Milagrosamente, los rojinegros tenían destellos de fútbol que no mostraron en todo el primer tiempo ni en los últimos partidos.
Sin embargo, Saprissa respondió con un centro de Johan Venegas al área cabeceado por Christian Bolaños y en la línea de gol, con Pemberton vencido, José Miguel Cubero la sacó de cabeza.
El partido mejoraba en emo- ciones y Saprissa tuvo la más clara al minuto 54, cuando Ricardo Blanco hizo ver horrible a Cristopher Meneses, lo dejó botado, llegó a la línea final, envió un centro al área y ahí cabeceó Rubilio Castillo, era gooool, pero allí estaba Pemberto quien en el aire hizo un tapadón de película al desviar la bola con la mano derecha.
Fue la salvada de la noche para un Alajuelense que se aprovechaba del bajón físico de los tibaseños, a los cuales no les alcanza para jugar al toque-toque los 90 minutos como quiere su entrenador, quien se robaba el show con sus gestos.
Aún así, a Saprissa eran mejor y con un Johan Venegas que este sábado hizo lo que quiso con los laterales visitantes, quien se atrevió con un remate de media distancia que pegó en el horizontal.
Pero la Liga respondió y al minuto 68 fue Alex López el que le mandó un pase perfecto a Ro-Ro, quien otra vez quedó en un mano a mano con Cruz, pero Rojas de nuevo demostró que no pasa su mejor momento y en una jugada de esas suyas que siempre son gol, o eran gol, esta vez el arquero le achicó y se dejó la pecosa.
Pero eso no sería nada comparado a lo que veríamos al minuto 71 cuando después de un tiro de esquina, hubo un cabezazo de Miranda y Rojas hacia atrás, y solo en el segundo palo, con todo el marco a sus disposición, raspó la pelota y en la jugada más increíble de la noche la mandó por fuera.
Los manudos no podían creer que el delantero estrella se comiera tres oportunidades claritas, claritas, de esas que en otro momento hubiera anotado con ojos cerrados.
Saprissa pasaba sus peores momentos y Centeno sacó a Rubilio por Jairo Arrieta. El Pamperito reclamaría un penal, al minuto 73, que no lo fue.
Los alajuelenses seguía cometiendo errores pero tenían a un Pemberton encargado de salvarlos al desviar un remate por la izquierda de Torres y dejarse un remate de Arrieta cuando cerraba un centro de Bolaños.
Al final, el cero a cero fue lo más justo para dos equipos que tienen mucho por mejorar. Y ojo morado, una Liga con muy pocos ajustes los hizo ver mal por ratos...El Rey también tiene mucha tarea por delante...