Y LA FAMILIA

desde el inicio el título llama la atención. dice “Mamá lesbiana, hijo gay y nieta trans; así es el día de la Madre de una familia diversa”. a algunos se les para el pelo y se rasgan las vestiduras, otros reaccionan en las redes sociales con caritas de esas que sonríen o parecen molestas, pero otros, por dicha, dan me gusta o me encanta, o sea, reaccionan con naturalidad a lo que es natural. esta familia que nos presentó la teja el 15 de agosto es un ejemplo de que la palabra familia no tiene un solo significado, aunque a muchos les gustaría que fuera de esa forma porque siguen creyendo que existe una única menera de vivir y que es la de ellos, que el resto del mundo está equivocado.

Y leyendo la nota recuerda uno que el respeto debe ser la base de una relación familiar sana y bondadosa. las diferencias en todo grupo son normales, la idea de que no lo es solo sirve para echar a perder la que puede, y debe, ser una convivencia basada en el derecho de cada persona a ser como desea. la señora cuenta que, de haber sabido que sus parientes iban a reaccionar de buena manera a su orientación sexual cuando la supieran, ella se habría sentido mucho mejor, confiada y apoyada.

Y es que es eso, confianza y apoyo, lo que necesita una persona con una orientación sexual distinta a la de la mayoría. la familia de nuestra historia tiene un rasgo particular: nadie oculta lo que es. en otras ocurre lo contrario, se piensa más en el que dirán que en los integrantes del grupo, en cómo se sienten, en su comodidad. de nada sirven las fotos de “familia perfecta” en las redes sociales si la realidad es un infierno. Es mil veces mejor una familia real en la que nadie deba esconder lo que es y qué le gusta.