CARICIAS A PAGOS DE POLACO
caminar de la mano y besarse es algo que los homosexuales de la ciudad conservadora polaca de Lublin solo pueden hacer de forma segura una vez al año: durante la Marcha del orgullo y aún así detrás de un cordón policial, esto porque el avance de los derechos de la comunidad lGtb es lento, como a pagos de polaco. el asunto está más rudo en vísperas de las elecciones legislativas del 13 de octubre debido a que “la lucha contra la ideología LGTB” se ha convertido en uno de los elementos clave de la campaña electoral de la derecha nacionalista en el poder. este año, en lublin, el cordón policial volvió a ser necesario en la marcha multicolor cuando la extrema derecha y conservadores hicieron una violenta contramanifestación en la que lanzaron botellas, huevos y llovieron los insultos. las fuerzas antidisturbios usaron mangueras de agua a presión y gas pimienta para dispersarlos. la policía detuvo a unas 40 personas.
“tengo miedo de que nosotros o nuestros hijos seamos atacados, tengo miedo de ser humillada delante de los niños, de que vandalicen mi carro o de que alguien incendie nuestro apartamento”, explica una pareja de lesbianas eue residen en lublin. Pidieron conservar el anonimato.
“No nos atreveríamos jamás a ir de la mano en público en lublin”, añade una de las mujeres, que se plantea denunciar ante la justicia el acoso en el trabajo debido a su orientación sexual. la otra dice que su exmarido se volvió homófobo cuando le dijo que lo dejaba por una mujer. a 10 kilómetros de lublin, la ciudad de swidnik se declaró “libre de toda ideología lGtb”.