“TENEMOS UN DOLOR EN EL ALMA”
En menos de una semana la familia de Luis Cayetano Campos recibió dos fuertes golpes. Primero perdió a su ser querido porque un chofer borracho lo atropelló y tres días después el sospechoso fue puesto en libertad.
El atropello ocurrió el viernes en la mañana. Luis, de 51 años, regresaba del trabajo cuando fue atropellado a las 5:35 a.m. por un hombre de apellido Ramírez en La Carpintera de La Unión, sobre la carretera Florencio del Castillo, que une Cartago con San José.
La alcoholemia que le hicieron a Ramírez dio positivo, además no tiene licencia y acumula un montón de multas que suman ¢562 mil. El Honda que manejaba no tiene revisión técnica, marchamo ni placas al día.
Dagoberto Campos, hermano de Luis (a quien de cariño le decían Wicho) asegura que su familia está viviendo momentos de mucho dolor y tristeza.
“Mi hermano ese día salió a las 4:51 de la madrugada de su trabajo como oficial de seguridad en la Universidad Libre de Derecho, en Zapote, así se ve en un video de seguridad de la universidad que nos facilitaron.
“Él toda la vida anduvo en bicicleta, hay gente que lo hace por salud, pero en el caso de mi hermano era porque como los salarios de los guardas son bajos con usar la bici él economizaba”, dijo Dagoberto.
Luis viajaba desde Zapote hasta el barrio Divino Niño, en Taras de Cartago, donde alquilaba un pequeño apartamento. Su hermano asegura que siempre andaba la cinta reflectante y era muy cuidadoso.
“En las noticias salió el accidente y los compañeros de mi hermano vieron la bicicleta negra y supieron que era él, nosotros también la vimos en una página de Facebook, el supervisor del trabajo se fue al lugar del accidente y reconoció el cuerpo.
“Carlos, uno de mis hermanos, y yo nos fuimos para el sitio y llegamos al mismo tiempo. Cuando vimos la sábana ya sabíamos que había pasado lo peor”, recordó el hermano.
Momento de dolor. Los agentes del OIJ y la jueza les explicaron lo ocurrido y les entregaron dos celulares (uno estaba despedazado) la bicicleta que quedó inservible y las cosas que Wicho andaba en el bulto. Dagoberto asegura que sintió un dolor horrible al recibir las pertenencias.
“Antes de irme para el lugar del accidente hice una oración y cuando llegué me sentía un poco tranquilo, pero mi otro hermano más bien estaba enojado porque el conductor estaba tomado. Del carro incluso sacaron una botella de licor y supimos que él intentó darse a la fuga y se le explotó una llanta, su carro se volcó después de que atropelló y mató a mi hermano”, dijo Campos.
“Cuando uno cumple la mayoría de edad debe ser consciente de las consecuencias que pueden provocar nuestros actos, que una mala decisión puede traerme un problema o hasta la muerte. Nosotros sentimos un gran impotencia de saber que soltaron al conductor, no existe el respeto por la vida, él no se ha puesto en los zapatos de nosotros, de lo que estamos viviendo”, dijo Dagoberto. “Llevábamos tres días sin dormir, la familia vino de varias partes a apoyarnos y después de eso la noticia que recibimos es que lo soltaron, recibí como doscientos mensajes porque nadie podía creer que esto estuviera ocurriendo, nos dolió en el alma”.
Señala que lo más duro es ver a su mamá, María de los Ángeles Campos, sufriendo por la partida de su amado Luis.
“Una madre enfrenta este dolor diferente, a nosotros nos duele mucho, pero mi mamá está destrozada, ella no quiso ir a la vela, no quiso ir al funeral, no quiere ver fotos de él y tampoco quiere saber nada de la bicicleta, ella quiere tener un recuerdo distinto de mi hermano, como él era en vida”.
Mi mamá está destrozada, no quiso ir a la vela ni al funeral, ella quiere tener un recuerdo distinto de mi hermano”,
Dagoberto Campos Hermano de la víctima
Esperan justicia. La familia de Campos asegura que llegará hasta las últimas consecuencias en los tribunales.
“Él (Luis) tiene una familia que lo amó y que lo ama y esperamos que la justicia imponga la ley, todos en mi casa esperamos que esta persona (el chofer) reciba una lección”, dijo.
Dagoberto contó, con mucha nostalgia, que hace seis meses a Luis se le quemó el apartamento, por lo que entre los hermanos le ayudaron. Luis hace poco compró un colchón mejorcito y la entrega quedó pendiente.
Wicho tenía la ilusión de comprarse un carrito y le había dicho a su familia que estaba ahorrando. A él no le gustaban las motos, siempre insistía en que son muy peligrosas.
Además, le gustaba cocinar y se metía en todos los cursos libres que podía en distintos oficios porque le encantaba aprender.
El conductor sospechoso quedó en libertad porque según el Juzgado Penal de La Unión tiene trabajo y domicilio fijo, lo único que debe hacer es firmar cada 15 días y no cambiarse de casa.
Luis dejó cuatro hijos que lo lloran.