Mamá de dos insiste en la FIV
El caso de Margie Castillo, la guapileña que tiene dos hijos y quiere otro mediante la fecundación in vitro (FIV), pese a que se operó hace 16 años para no tener más criaturas, llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Así lo confirmó Boris Molina, abogado de Castillo, quien dice que el viernes anterior presentó una queja a la CIDH ante la negativa de la Caja de practicarle la FIV a su representada, de 36 años.
Molina agregó que al igual que sucede con Margie, la CIDH conoció en el 2012 dos casos similares, donde una mujer y un hombre no podían tener hijos por la vía natural, debido a que se habían sometido a una esterilización y una vasectomía.
“Esos dos casos fueron considerados como víctimas por la Corte, porque se tuvo claro que la infertilidad no sólo era una enfermedad que tuviese raíces naturales o desconocidas, sino que podía ser producto de un accidente, de otra enfermedad”, señaló Molina.
“Todos esos esfuerzos aún no han logrado quitar la enorme cantidad de prejuicios que existen alrededor de la FIV y de todos los enemigos ocultos que tiene el tema. Y en ese sentido, entonces la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad podría convertirse, en nada más que en un edificio caro con tecnología de última generación que no puede aplicarse por falta de una visión humana”, añadió el abogado.
Cuando se conoció el caso, Jerchell Barrantes, coordinador de la Unidad de Medicina Reproductiva de Alta Complejidad señaló que la paciente sabía que la operación a la que se sometió, no era reversible.
“En este caso no hay un problema de salud. Independientemente de la fecha en la que se realizó la cirugía, la paciente firmó un documento con carácter legal donde acepta que la operación no es reversible, por lo tanto no podría volver a tener más hijos y esta es una condicionante para que no se pueda someter a la técnica”, afirmó.
La Teja solicitó una nueva respuesta a la Gerencia Médica de la Caja, sin embargo, afirmaron no poder contestar este lunes.