Adiós a un jefe de corazón grande
El jefe policial Rigoberto Rodríguez Sojo, de 55 años y quien murió en un accidente de tránsito, será recordado como alguien de un corazón enorme.
Rodríguez, quien era director de la Fuerza Pública de Puntarenas, falleció el martes a las 9:20 p.m. cuando viajaba en un carro junto a su esposa y sus dos hijos por la carretera Bernardo Soto, cerca de la empresa Dos Pinos.
El OIJ indicó que murió luego de que a un camión se le zafara una pieza de la barra de transmisión que se clavó en el parabrisas de su carro golpeándolo en la cabeza. Los familiares de Rodríguez salieron ilesos.
La muerte de Chiverrona,
como le decían de cariño quienes lo conocían, fue un golpe muy duro para todos en el Ministerio de Seguridad.
“Fue un compañero ejemplar, de gran trayectoria en la institución, inició funciones al servicio del país en el año 2000. Inició como asesor legal y desde el 2005 fue destacado en las jefaturas de distintas direcciones regionales a lo largo y ancho del país”, indicó Reinaldo González, director interino de la Fuerza Pública.
Más allá de su amplia carrera policial, Rodríguez será recordado como un hombre solidario y de gran corazón.
Por ejemplo, en octubre de 2018 fue a repartir víveres a oficiales de la Fuerza Pública de Lepanto y Cóbano que lo habían perdido todo en unas inundaciones.
En aquella ocasión hasta cruzó un río con tal de visitar a cada uno de sus oficiales para saber cómo estaban. Esas acciones fueron muy agradecidas por los uniformados.
Familiares de Rodríguez dieron a conocer que fue velado en la iglesia Gran Visitación de Dios y será enterrado en el camposanto La Piedad de Desamparados.