La Teja

“SI VA A HACER MALA CARA, MEJOR NO TRABAJE”

- Shirley Sandí shirley.sandi@lateja.cr

Olger Arce es el chofer de ambulancia de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social que hace una semana prefirió ir a dejar a un paciente en fase terminal que ver nacer a su hija.

En total hizo un recorrido, en ir y volver, de 998 kilómetros. Voló rueda 17 horas.

Olger, funcionari­o de Ciudad Quesada, antepuso su vocación y buena voluntad a sus intereses personales al atender el llamado del paciente Iván Cisar Villanueva, de 77 años, que deseaba salir del hospital de San Carlos para descansar en la hamaca de su casa del barrio El Ceibo, en Corredores.

La Teja conversó con este entregado funcionari­o público para conocerlo más.

–¿Desde hace cuánto tiempo trabaja como chofer de la Caja?

Hace dos años, antes era chofer de bus aquí, en Ciudad Quesada, y también manejé camiones hasta la frontera.

–¿Qué es lo más le gusta a usted de su trabajo?

En lo que era transporte público tenía que ver mucho con la gente, yo me llevo bien con todo el mundo. Al pasarme para acá es muy parecido, tengo que tratar mucho con la gente.

–Algunos dicen que primero es la familia antes que el trabajo, ¿qué opina usted de eso?

Habrá momentos que sí, pero en este caso yo confiaba en Dios que mi esposa estaba bien, lo puse en manos de Él y pensé que la situación del paciente era más compleja, pues estaba en fase terminal, muy delicado. Además, ya tenía varios días de no comer ni tomar nada. Él quería estar cerca de la familia, así que cuando llegamos a su casa le cambió el semblante, se le notó la felicidad.

–¿Qué dijo su esposa cuando usted le dijo que no iba a llegar al parto?

Ella me conoce, nosotros tenemos diez años de estar juntos. Ella sabe lo que soy, que me gusta ayudar y mientras esté en mis posibilida­des no puedo decir que no. Ella estaba internada en el hospital, me dijo que se sentía bien y que podía ir a dejar al paciente. Ella me apoyó y me fui más tranquilo.

–En el momento en que llegó al lado de su hija y su esposa, ¿cómo se sintió?

Ese viaje de diecisiete horas fue cansado, pero siempre he sido chofer y estoy acostumbra­do. Cuando llegué estaba contentísi­mo, obviamente me hubiera gustado ver el nacimiento de mi hija, pero gracias a Dios todo salió bien. Ver la felicidad del señor estando en su casa, eso lo llena a uno. Yo venía feliz por lo que hice y de camino venía hablando con mi esposa y cuando llegué junto a ella, la felicidad fue completa.

–¿Cómo es su hija?

Es guapa como la mamá, es morenita y está muy bien de salud, se llama Isabella. Mi esposa se llama María José. Es mi primera mujer, ya que tenemos dos varones. En los otros partos sí pude estar con mi esposa.

–¿Qué le han dicho sus familiares y amigos al conocer esta historia?

Mis amigos me conocen desde la escuela. Yo siempre me he comprometi­do a ayudar y por eso me felicitan. La familia del paciente me hizo una nota de agradecimi­ento.

–¿Qué sabe del paciente?

Ayer (este miércoles) me dijeron que estaba bien, de lo más contento descansand­o en la hamaca de su casa. Él nació y creció ahí, en esa propiedad. Se nota que le tiene mucho cariño a ese lugar.

–¿Qué le dice a la gente que no valora su trabajo?

Eso se trae, el trabajo es una bendición. En nuestro caso que trabajamos con pacientes, uno debe ser servicial, no ser amargado. Si uno no tiene ganas de ir a trabajar le va a hacer mala cara a gente, así que mejor quédese en la casa. Si usted da un servicio público debe hacerlo de buena manera, como si se tratara de su madre o su hermano, tratarlo con el mismo respeto, amor y dedicación.

Gratitud. Al paciente Iván Cisar lo empezaron a tratar en la Clínica de Cuidados Paliativos del hospital de San Carlos porque había ido a visitar a unos parientes en la zona norte y su salud se deterioró estando allá.

Por eso, su esposa, Cecilia Herrera, no cabía de la gratitud por lo que hizo Olger.

“La gratitud es indescript­ible porque lo que hizo este muchacho no se dice con palabras. Él llegó acá a la casa y se notaba su preocupaci­ón por volver a San Carlos y no es para menos, su hija ya pedía su presencia”, expresó doña Cecilia.

 ?? CORTESÍA ES UNA TERNURITA. CORTESÍA CORTESÍA ?? Olger Arce junto a su hija Isabella.
Isabella nació puras tejas.
Este es Olger, junto a su esposa Maria José y sus otros dos hijos.
CORTESÍA ES UNA TERNURITA. CORTESÍA CORTESÍA Olger Arce junto a su hija Isabella. Isabella nació puras tejas. Este es Olger, junto a su esposa Maria José y sus otros dos hijos.

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