Y EL CHOFER

Olger Arce es un ejemplo para todo el mundo, pero mayormente para quienes no valoran el trabajo que tienen y lo hacen con desgano o de manera irresponsable.

Hace una semana, poniendo su vocación y su entrega por encima de algo tan especial como ver el nacimiento de una hija, olger, quien maneja ambulancia para la Caja de seguro social, voló rueda durante 17 horas para ir a dejar a su casa en Corredores a un paciente terminal. salió del hospital de san Carlos y sumando el trayecto de ida y el de regreso hizo 998 kilómetros. su hijita, que se llama Isabella, llegó al mundo de lo más bien, está sana, guapa y el paciente al que fue a dejar está feliz porque pudo descansar en su hamaca, que era algo que deseaba. olger tiene muchas razones para estar satisfecho con la misión que cumplió y tiene clarísimo su compromiso con las personas.

“si uno no tiene ganas de ir a trabajar le va a hacer mala cara a gente, así que mejor quédese en la casa. si usted da un servicio público debe hacerlo de buena manera, como si se tratara de su madre o su hermano, tratarlo con el mismo respeto, amor y dedicación”, dijo a la Teja cuando le preguntamos qué les diría a quienes no cuidan el bretecito con el cual se ganan la vida. son palabras muy ciertas. en un país con un desempleo alto hay quienes, aún, creen que el trabajo es un juego o un vacilón. otros piensan que lo tienen ganado, como si fuera una herencia; desconocen que un puesto de trabajo se construye y se gana todos los días. respeto, amor y dedicación son tres palabras que resuenan en el mensaje de olger. la CCss debe estar orgullosa de tener en su planilla a un colaborador como él. ojalá lo imiten desde la gerencia hasta el empleado de menor rango.