La magia de lograr acuerdos para que las cosas fluyan

La comunicación constructiva. Todo el proceso de relación humana tiene que pasar por la comunicación constructiva. Esta se define como hablar para comprender, llegar a acuerdos y hacer que las cosas fluyan de forma simple y orientadas a la construcción de un clima sereno en las relaciones interpersonales.

Comunicarse no es solo hablar, es plantear lo que se piensa y siente, pero sobre todo, explicar por qué se ven las cosas de determinada manera.

Se debe plantear muy bien por qué se piensa de determinada manera, ¿cuál es el sustento? Es decir, aprender a hablar con fundamento.

¿Qué quiere comunicar? ¿por qué lo quiere comunicar? ¿qué aporta lo comunicado a sus relaciones? ¿qué consecuencias se pueden dar a partir de lo comunicado? El reto es que el efecto sea siempre positivo. Considerar las cosas con un amplio criterio. Esto implica tener la flexibilidad para considerar que se puede estar equivocado, o que el punto de vista de la otra persona podría ser mejor. La comunicación constructiva requiere tener una capacidad de escucha no prejuiciosa, no defensiva u ofensiva, pues esto solo acrecienta los problemas. Es importante recordar que la comunicación constructiva permite un acercamiento cálido con otras personas, el fin siempre será estar mejor, comprender y hacer que las cosas pasen de la tensión a la solución.

No se trata de hablar para imponerse. Aprender a ver las cosas con serenidad, sin hacer dramas y manejando el enojo. A veces la gente se puede frustrar, pero se debe revisar si se habla con claridad. Es vital aprender a ceder para buscar lo mejor de las relaciones.

Revisar el gesto, el tono, el momento, la expresión y el uso de las palabras, entre más bonito sea todo esto más sencillo será avanzar hacia a búsqueda de soluciones.

Es importante buscar charlas, talleres, libros, terapia, videos de YouTube y aprender de ellos.