Caen gatilleros que volaron bala
Dos supuestos gatilleros fueron capturados por la Fuerza Pública tras fracasar en su intento por matar a balazos a un aparente vendedor de drogas.
La balacera y la posterior captura de los bichos ocurrió este domingo en San Isidro de Poás, en Alajuela.
Los detenidos son dos hombres de apellidos Peñaranda y Garbanzo, este último cuenta con 12 pasadas a los tribunales por delitos como portación ilícita de arma, robo agravado, violación y robo simple; mientras que el otro sospechoso no cuenta con antecedentes.
El Ministerio de Seguridad Pública informó que los uniformados recibieron una alerta sobre una balacera en la que un sujeto, cuya identidad no se dio a conocer, recibió varios plomazos en el muslo de su pierna izquierda.
“Los oficiales se desplazaron al lugar de inmediato y ubican a un sujeto, al parecer vendedor de estupefacientes, que está herido y que luego es trasladado al hospital por medio de la Cruz Roja”, añadió la oficina de prensa del ministerio de Seguridad.
Ayuda. Según contaron unos testigos, varios sujetos llegaron al lugar en un carro blanco y uno de ellos llamó a la víctima para que se acercara, momento en el que sacaron las pistolas y desataron una lluvia de plomazos contra el sujeto.
De inmediato la Fuerza Pública montó un operativo y realizó varios cierres de carretera y gracias a esta acción lograron dar con el carro de los sospechosos cuando estos se movilizaban por el centro de Poás de Alajuela.
La captura de los dos bichos se puso ruda, ya que según las autoridades, los maleantazos también los atacaron.
“Se presume que tres sujetos habrían huido. Cabe destacar que estos sujetos efectuaron detonaciones contra la móvil policial, dichosamente sin afectaciones mayores”.
Los oficiales realizaron una inspección cerca del lugar de la captura y al llegar a la entrada del barrio El Mesón encontraron cuatro pistolas que aparentemente fueron tiradas por los sospechosos cuando escapaban.
Aunque las autoridades aún no han establecido el motivo para el ataque, todo hace presumir que se trata de una disputa de territorios para la venta de drogas.