EN BIELORRUSIA AÚN HAY FÚTBOL Y OTRAS ACTIVIDADES El país europeo que está como si nada
La liga de fútbol continúa con normalidad, los restaurantes están abiertos y el presidente del país califica la crisis del coronavirus como “una psicosis”.
Bielorrusia es una excepción en Europa y sigue negándose a parar el país en la lucha contra el COVID-19.
Oficialmente apenas se han registrado 88 casos del nuevo coronavirus en esta exrepública soviética que limita con la Unión Europea. De ellos, ninguno ha fallecido.
Desde el inicio de la crisis sanitaria mundial, Alexandre Lukachenko, su presidente desde 1994, rechaza decretar medidas de confinamiento.
La pasada semana llegó a denunciar que existe un clima de sicosis y afirmó que el pánico generado era más peligroso que la propia enfermedad.
Este controvertido líder, que acostumbra a excesos verbales, había llamado antes a los nueve millones y medio de habitantes del país a continuar trabajando, a seguir acudiendo a cultivar los campos o a conducir tractores, vehículos que el país produce en masa.
“El tractor cura a todo el mundo”, afirmó.
El vodka o el sauna figuran también entre sus remedios milagrosos.
Los goles no paran. La liga bielorrusa, único campeonato de fútbol de su nivel que
continúa en curso, es un símbolo de este espíritu contracorriente que vive el país en esta crisis inédita.
La única medida que tomaron en esa liga, son las cámaras térmicas que verifican la posible fiebre de los espectadores en la entrada de los estadios, que son además desinfectados dos veces cada día.
La Liga Vysshaya, desconocida para muchos, adquirió por lo tanto una relevancia nunca antes vista.
La televisión pública rusa Match TV compró los derechos de retransmisión y la exestrella del fútbol bielorruso Alexander Hleb dijo a la prensa alemana que Lionel Messi y Cristiano Ronaldo deberían ir allí a jugar.
“Hemos tomado todas las medidas recomendadas por el Ministerio de Deportes. Todos los que están en contacto con los hinchas llevan guantes”, aseguró Alexandre Aleinik de la Federación Bielorrusa.
Eso sí, la afluencia a los estadios bajó de manera considerable y eso permite dispersar a los hinchas por las gradas, según Aleinik.
Cambia, todo cambia. Desde el martes pasado, el tono comenzó a cambiar. Durante una reunión con el embajador de China, Lukachenko aseguró que su país controla muy seriamente la situación y los diarios y la televisión pública comenzaron de repente a hablar amplia
88 casos del nuevo coronavirus tiene Bielorrusia