50 irresponsables y 23 multados
Cincuenta personas se pasaron por alto el coronavirus y las medidas sanitarias que se han aplicado en Tiquicia debido a la pandemia, por lo que se reunieron en la cochera de una casa para montar una fiesta que no fue jugando.
Los jupones estaban como sardinas en lata, por lo que los vecinos no aguantaron nada y alertaron a la policía. Veintitrés personas tendrán que pagar una multa, que definirá la Fiscalía, por incumplir las medidas.
Los detenidos son de apellidos Picado, Ugarte, Arias, Solera, Arias, Cruz, Jiménez, Grand, Obando, Vega, Montero, Molina, Esquivel, Hernández, Sosa, Leiva, Solera, Herrera, Solórzano, Arias, Muñoz, Salazar y Coto. De ellos hay 15 hombres y ocho mujeres.
A todos les entregaron un documento para que se presenten ante la Fiscalía, pues desde el 11 de abril rigen sanciones económicas por este tipo de violaciones en las que se ponen en riesgo los mismos infractores y otras personas que no tienen vela en el entierro.
Quienes quieran hacer una actividad esta no debe superar las 30 personas y debe ser en un sitio con suficiente espacio y que cumpla con todas las medidas sanitarias.
El Ministerio Seguridad informó que la intervención de la policía, con treinta oficiales, ocurrió este sábado en la ciudadela Santa Fe, en Ciruelas de Alajuela, a las 11:30 p.m.
Al parecer, la fiesta empezó desde horas de la tarde, pero los vecinos al ver qué cada vez llegaba más gente y el pachangón se extendía decidieron dar la alerta.
Cuando los oficiales llegaron el bailongo y la tomatinga estaban en los más y mejor. Los invitados estaban en la cochera de 10 metros de largo por cinco metros de ancho y al ver las luces de las patrullas, algunos lograron salir espantados.
A lo largo de la calle había gran cantidad de carros estacionados.
Presuntamente, el dueño de la vivienda le dijo a la Policía que él solo quería reunir a un grupo de amigos, pero que estos fueron llamando a otras personas y se hizo un gentío.
Sin embargo, las autoridades no comieron cuento y verificaron que en la cochera había un montón de sillas y mesas, así como luces, equipo de sonido, hieleras, birras y guaro, por lo que el desmadre iba para largo.
“No hay un respeto al distanciamiento. Hay una violación a las órdenes sanitarias contra COVID-19, dictadas por el Ministerio de Salud. Así es que le solicitamos a la población que mantenga el distanciamiento. Nosotros estamos para colaborarles, ayudarles, pero necesitamos que la gente realmente se sensibilice para no hacer en este momento este tipo de actividades”, dijo Erick Calderón, jefe regional de la Fuerza Pública de Alajuela.
No hay un respeto al distanciamiento. Hay una violación a las órdenes sanitarias”. Erick Calderón Jefe regional de la Fuerza Pública