Cubre y llena bocas con amor
La modelo Marcela Negrini tiene un corazón tan grande que a ella no le importa invertir dinero y tiempo para ayudar a los demás.
La guapa está haciendo en sus ratos libres cubrebocas para vender, pero el dinero que recoge no es para ella, es para hacer bolsas de víveres y ayudar a familias de escasos recursos.
Marce tiene dos meses de estar cose que cose en su casa, en Guápiles, y según contó, hay días que le da la madrugada armando las mascarillas, todo con tal de vender las suficientes para hacer más diarios.
-¿Por qué fue que se puso a confeccionar cubrebocas?
Cuando salió todo esto del COVID-19 mi suegro, Gilberth Castro, es médico y él me mandaba los reportes de lo que estaba pasando para que yo diera información real en mis redes sociales y hablaba muchísimo de la importancia del uso de las mascarillas. Incluso, hice un video con él para que la gente que me sigue comprendiera un poco más lo que estamos pasando.
Como había estado hablando del uso de las mascarillas un día investigué cuáles eran las mejores telas para hacer unas (20) para los empleados de la farmacia de mi novio y se las regalé.
-¿Y por qué siguió haciendo más?
Un visitador pasó y le dijo a mi novio que él quería de esas mascarillas para sus empleados y que necesitaba 200. Mi novio me preguntó si las podía hacer.
Primero entré como en pánico al ver que eran tantas y después pensé que esa era la oportunidad que tenía para recoger más dinero y comprar víveres para ayudar a familias que se han visto afectadas económicamente por el virus.
Tenía que entregar las 200 en cinco días, entonces, me la pasé día y noche cosiendo.
-¿Es decir, las vende para ayudar a otros?
No me he ganado ni un cinco, n i si - quiera para los materiales. Lo que hice fue que puse una mesita en la farmacia Caribe (cerca del hospital de Guápiles) para que la gente me ayudara a seguir colaborando con víveres o adquiriendo los cubrebocas. De momento, solo se venden en Guápiles.
-¿Cuántas familias ha podido ayudar?
A unas 50 familias de Guápiles y Orotina. A veces me cuesta mucho y quisiera ayudar a más gente porque esto lo hago sola. Incluso, el otro día pude hacer unas insignias con mi marca (sus iniciales MN) para pegárselas a los cubrebocas y me hace mucha gracia que la gente me etiquetaba o llega a la farmacia pidiendo las mascarillas de Marce y eso me alegra porque significa que puedo seguir con mi causa, porque de verdad ahorita hay muchas personas que la están pasando mal.
-¿Cómo hace la selección de las familias que ayuda?
Mi suegro está en el Club de Leones, entonces, él a veces me avisa de casos de familias necesitadas acá, también de gente que me escribe en las redes sociales y me cuentan su caso.
También por medio de gente allegada que me cuenta el caso de algún vecino.
A veces me siento impotente porque yo quisiera ayudarlos a todos, pero no puedo. Hay días que no podía ni dormir de la pensadera.
-¿Cuántos cubrebocas calcula que ha fabricado?
Como más de quinientos. A veces viene una vecina y me ayuda a cortar los moldes porque igual me toca salir a buscar los materiales y si no los encuentro en Guápiles me toca ir a San José. Yo hago el dibujo, hay que cortarlos y luego coserlos.
-¿Qué tienen de especial los cubrebocas que se venden tan bien?
Son antifluidos, tienen doble tela y conseguí el filtro especial que llevan las mascarillas que recomienda el Ministerio de Salud, además tienen elástico. También hago rosadas, pero generalmente hago más negras y azules porque gustan más en colores neutros.
- ¿Y cómo fue que aprendió a coser?
Mi mamá cosía, bordaba y tejía y yo siempre estaba a la par de ella. Desde que tenía 7 años le hacía la ropa a las muñecas a mano, ya cuando estuve en el colegio me dieron la materia de Corte y Confección, pero solo cosía en el colegio porque no tenía máquina en la casa.
Toda mi ropa siempre la he arreglado a mano y hace un tiempo me pude comprar mi máquina y siempre paso arreglándole la ropa a todo el mundo o haciendo cortinas. Ahora de hecho tengo dos maquinitas y ahí les saco provecho.
Esta es una forma que yo ideé para ayudar a los demás, es bastante cansado, pero cuando veo la cara de felicidad al entregar la comida todo se olvida” Marcela Negrini modelo