BOLSAS PARA GUARDAR LA NATURALEZA
Las bolsas plásticas son un verdadero problema para la naturaleza, pero existen unas bolsitas con las que pasa todo lo contrario, ya que además de ayudarle a usted con las cosas que de debe a c a r r e a r, también se convierten en alimento para los peces cuando entran en contacto con el mar o en abono si es que terminan en la tierra.
Estas bolsitas están hechas de almidón de yuca y aceites vegetales, tardan en degradarse entre 80 y 180 días al contacto con agua o tierra.
Parecen ser de plástico, pero no lo son, y pueden ser utilizadas para recoger basura, conservar alimentos, para ir a una tienda de compras o para cualquier uso que le quiera dar.
El innovador producto es de la empresa Hidrobag, una planta con sede en Desamparados y que cuenta con el certificado de biodegradabilidad del Laboratorio Químico Lambda y del Laboratorio de Energías Renovables y Residuos, La Teja tiene copias de ambos documentos. En Costa
Rica son distribuidas por Ecológikas.
“Uno en las playas ve bolsas en el mar, la gente compra un sándwich y tira la bolsa. ¿Qué es lo que pasa con nuestras bolsas? Pues se convierten en alimento para especies marinas cuando llegan al mar, porque son de almidón de yuca y aceites vegetales. Incluso, puedellegar una tortuga y comerse la bolsa y no le pasa nada”, dijo Allan Fernández, uno de los representantes de
Ecológikas.
El producto va a orientado a combatir la desastrosa contaminación con plástico que ahoga el planeta.
Por ejemplo, un trabajo de estudiantes de la carrera de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) del 2019, encontró la presencia de plástico dentro de un grupo de 30 peces.
“Tenían una altísima cantidad de microplástico, lo que pone sobre el tapete el daño que causa ese producto en el mar. Se produce una enorme cantidad de plástico, se recicla poco, la mayoría de desechos van a los ríos y terminan en los mares”, dijo Keilor Rojas, investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar-UCR), con relación a ese estudio.
Mejores. Don Allan contó que la textura de sus bolsas se siente más suave que las de plástico y que tienen mucha resistencia.
“Las Clean Bag (un tipo de bolsa) pueden usarse para la basura, echar el pasto del jardín. La diferencia es que cuando llegan a un botadero, por ejemplo, se degradan en abono. Una bolsa de plástico tarda entre 500 y 800 años en degradarse, la nuestra en menos de 200 días”, expresó.
Otra característica de ese innovador producto es que se puede meter a la lavadora y se deshace, sin causar daño alguno
“Eso las hace ideales para tiempos de pandemia, pues la gente puede llegar a la casa, quitarse la ropa, meterla en las bolsas y echarla así a la lavadora sin necesidad de tocarla”.
El producto tiene cerca de dos meses de estar en el mercado. Allan dijo que la semana pasada hicieron un experimento con un tipo de bolsas, a las que llaman Boutique.
“Agarramos una bolsa normal (de plástico) y metimos ahí medio bollo de pan y el otro medio en la nuestra. La abrimos unos días después y el pan en la bolsa convencional estaba tieso, en cambio, en la de nosotros tenía la misma consistencia que el primer día. Esto porque nuestras bolsas no permiten el ingreso de aire”.
Allan añadió que las bolsas se hacen en Costa Rica, pero la materia prima la traen de Indonesia y la idea surgió en Chile. Pero están en proceso de que la materia prima se pueda conseguir en nuestro país.
Con estas bolsas ayudamos al medioambiente y damos un producto útil”.
Allan Fernández Ecológikas
Cochinos. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Costa Rica van a parar al mar el equivalente de 150 camiones de basura por día.
Mientras que cifras de la Organización de las Naciones Unidas revelan que, en algunas zonas del océano (en todo el mundo), un 80 o 90 por ciento de la basura es plástico.
Por eso nuevos productos como las bolsas hidrosolubles de Ecológikas aportan un granito de arena en la lucha contra la contaminación, asegura el ambientalista Heiner Golfín, quien es guardaparques y biólogo marino.
“Estas alternativas de alguna manera suman, lo hacen con cosas prácticas y cotidianas. No es solo decir: ‘dejen de usar plástico’, es ofrecer la opción”, comentó.
Añadió que sería ideal que más industrias se animen a tener la creatividad para generar productos de este tipo.