Morita de pocas pulgas
Un perrita callejera llamada Morita evitó que un maleantazo de apellido Sandí se metiera a robar a un restaurante en Escazú.
El curioso hecho ocurrió el martes a las 3 de la madrugada en San Antonio y fue captado por una cámara de seguridad de la Policía Municipal.
Freddy Guillén, jefe de la Policía Municipal de Escazú, contó que todo se dio luego de que el oficial del centro de monitoreo observó a tres perritos jugando en la calle, pero Morita estaba ceñida ladrando hacia el restaurante la Casona de Toño.
“Eso le llama la atención (al oficial), los enfoca para buscar qué está molestando al can. Cuando empieza a rastrear con la cámara ve la silueta de una persona tratando de ingresar al restaurante, entonces ahí es cuando alerta a las unidades nuestras”, detalló.
Guillén dijo que le pareció muy curiosa la actitud de la perrita, pues la peludita se mantuvo firme en el lugar hasta que finalmente llegaron los uniformados.
“Es muy curioso porque hay un momento en el que pasa una unidad de Fuerza Pública y el can al ver la patrulla como que se desentiende, pero como la patrulla sigue, la perrita se devuelve y sigue ladrando”, añadió.
Cuando Sandí se dio cuenta de que Morita se lo había echado al pico se dio a la fuga y se metió en varios patios de vecinos, sin embargo, los oficiales lo detuvieron dentro de un cafetal.
“Para suerte de la gente del restaurante la perrita actuó, porque el sujeto no se metió por el frente, sino por un punto muerto de la cámara”.