TEMPLOS ALEGRES Y BARES TRISTES
El ministro Daniel Salas le dio este jueves la bendición a las iglesias, templos y lugares de culto para que abran al público, pero le dio una mala noticia a los dueños de cantinas y bares.
En el cronograma de reapertura presentado por el Gobierno el 11 de mayo, tanto iglesias como bares podrían abrir a partir del 21 de junio, después el Ministerio de Salud le hizo un quiebre a los grupos religiosos para adelantar un día para que caiga domingo, pero con los bares fue lo contrario, les aplazaron la apertura y por ahora no hay fecha para que vuelvan a funcionar, aunque podría ser el 12 de julio.
La medida se las trae porque, ciertamente, caben más personas en una iglesia que en un bar, en momentos en que los casos de COVID-19 van en aumento, pero el comportamiento de la gente en cada lugar es muy diferente.
En las cantinas y bares el licor puede tener un efecto desinhibidor en las personas y propiciar un ambiente de irrespeto a los lineamientos de Salud, mientras que en las iglesias ese asunto es más controlable.
Reglas claras. De todas formas las iglesias deben seguir una serie de normas para poder abrir, entre ellas, nada de cantar. Esto porque el ministro ha explicado que las gotitas de saliva salen a más larga distancia cuando se canta y hay un mayor riesgo de contagio.
Además, a una iglesia o templo solo pueden ingresar 75 personas y deben guardar una distancia de 1,8 metros entre una y otra.
“Se busca que sean lugares ventilados y quiero hacer una acotación, no es solo que se cumplan las medidas en el recinto, es alrededor, antes y después porque sino se cumplen los protocolos indica de que las personas y los supervisores no están haciendo lo que tienen que hacer”, explicó Salas.
Las iglesias deben tener gel disponible para los creyentes, los lavatorios con agua y jabón para que se cumpla con el lavado de manos. Como responsabilidad individual no deben ir personas en riesgo, ni enfermas.
Salas agregó que en la medida que se cumplan las normas, más personas podrán ir ingresando a las iglesias.
Además, los creyentes que quieran ir a misa deben tener un tiquete que les darán en cada iglesia a las personas que se apunten en una lista vía telefónica o por WhatsApp o como lo determine la iglesia.
Los templos se abren para las misas, la hostia se dará en la mano y el sacerdote deberá ir a los extremos de las bancas para dársela a los feligreses. La iglesia no se abrirá para confesiones.
Otro punto importante es que los jerarcas de la Iglesia católica les piden a los papás que por favor no lleven niños menores de 12 años a las parroquias y