Leo se convirtió en el candado erizo
Leonel Moreira se convirtió en la figura clave de su equipo en la semifinal que ganaron ante el Herediano este miércoles en el estadio Eladio Rosabal Cordero. El arquero manudo fue una muralla bajo los tres palos e impidió que las jugadas de peligro del Team terminaran en gol.
Su mejor versión llegó en el momento propicio, ya que las dudas sobre su rendimiento lo persiguieron durante la recta final de la fase regular, debido a que errores suyos le costaron puntos a su equipo.
Falló en las derrotas ante Grecia (3-1) y contra Guadalupe (3-0), así como en el empate contra Saprissa (2-2).
“Estoy consciente que no he alcanzado mi mejor nivel, pero vienen las semifinales y qué mejor momento que llegar a mi nivel ahí. Me llena saber que puedo dar más y que la gente espera eso de mí”, dijo el 4 de junio, después de recibir tres vacunas de los guadalupanos.
Leo, quien jugó con el Pachuca de México y el Bolívar de Bolivia, lo advirtió y cumplió en la serie que lo enfrentó ante sus antiguos compañeros.
Dos intervenciones suyas en el segundo tiempo del juego de vuelta de la serie, la primera ante Gerson Torres y la segunda frente a Yendrick Ruiz, le ahogaron el grito de gol a ambos futbolistas, quienes le remataron a bocajarro.
Moreira fue una muralla que paró todo y, además, le devolvió la confianza a su equipo que por momentos se vio impreciso en la zona baja, cuando los florenses presionaron con todo.
El arquero lució seguro y motivó a sus compañeros.
“Estoy contento de jugar una final más en mi carrera, me llena de confianza y no es fortuna, es el carácter que uno tiene como portero. En su momento acepté que no estaba bien y ahora acepto que he recuperado la confianza que perdí”, dijo Moreira, tras finalizar el partido de este miércoles.
El portero ha jugado 15 partidos en los ha recibido 14 goles. También acumula una tarjeta roja y otra amarilla.
15 partidos ha jugado Moreira con la Liga en este torneo