¡Ahí está el campeón!
En este campeonato tan extraño, tan lleno de cosas y con una pandemia incluida, ya es solo cosa de dos.
El Deportivo Saprissa, que fue el líder de la primera parte, ganó con comodidad la semifinal ante el Cartaginés, goleándolo y definiendo la serie en el estadio Fello Meza.
La definió desde el primer partido, con un contundente 4-0, para luego administrar el partido de vuelta en el Ricardo Saprissa con una derrota en los últimos minutos, cuando ya estaban conformes con el empate. Siempre una victoria es valiosa bajo cualquier circunstancia y ahí el mérito es para el Cartaginés, pero el primer partido condicionó el segundo y se jugó sin ningún tipo de presión.
Claro que en la final veremos a un equipo morado muy diferente al de la noche del pasado miércoles.
Alajuelense es el otro finalista, se quitó los fantasmas, aprendió, eliminó al equipo rojiamarillo y demostró que es cierto aquello de que no importa cómo se clasifique porque al final, en esta última etapa, a pura motivación, se puede cambiar.
Sin duda llegaron los dos mejores equipos, para que tengamos una final muy equilibrada. Alajuelense fue superior a un Herediano calculador en el primer partido, buscando no perder, sin atacar el marco contrario, jugando a defenderse y quizás en una contra o en una jugada de táctica fija lograr ganar, pero no le salió y se llevó dos goles ante un equipo que fue mejor.
En el Rosabal Cordero, la Liga le hizo una presión alta y media al Team en el primer tiempo, lo tuvo entretenido sin permitir que se acercara con peligro y en la segunda mitad le regaló la iniciativa, formando un muy buen bloque defensivo ordenado y poco vulnerable. En las pocas veces en las que fue superado, apareció Moreira y tapó las dos opciones de gol.
Entre los dos mejores del torneo estará el campeón nacional, pero creo que no se definirá en estos dos primeros juegos.