Caravana de amor
Como desde el 16 de marzo los maestros no ven a sus alumnos por culpa del coronavirus, educadores y otros funcionarios de la Escuela Aeropuerto, ubicada en barrio El Cacique de Alajuela, quisieron acercarse nuevamente a los escolares, pero cumpliendo todas las reglas impuestas por el Ministerio de Salud.
A la orientadora del centro educativo, Cindy Hernández, se le ocurrió hacer una caravana con motivo de la semana de la orientación.
Les pidieron a sus alumnos y familias que no salieran de sus casas, pues ellos tratarían de pasar lo más cerca posible sin exponerse para que pudieran ver a sus maestros, quienes llevaban carteles, globos y mensajes con saludos para sus alumnos como: “Hola campeones, los extrañamos.... Esto pasará”, “Sí se puede!”, “Están haciendo un excelente trabajo!”
“Curiosamente el lema de la semana de la orientación de este año dice: ‘Abriendo puertas a los retos y oportunidades de un mundo cambiante’ ¿Cuándo más cambiante que ahora? Las puertas tuvimos que abrirlas y hacer las cosas diferentes, tenemos que quitarnos el chip y volver a la creatividad, buscar ideas que nos lleven a la ilusión y reconstruir los puentes para que no nos llevan a la lejanía.
“La gente tiene que entender que justo ahora estamos más cerca”, aseguró la orientadora.
La mayoría de los maestros de la escuela se apuntaron, solo los que tenían restricción quedaron fuera.
Esta escuela tiene alumnos de diferentes sectores aledaños al aeropuerto, por ejemplo: Invu las Cañas, Río Segundo, urbanización La Giralda, barrio El Carmen de Río Segundo, barrio Fátima, entre otros.
“Les enviamos mensajes a los padres de familia para que decoraran las afueras de sus viviendas con globos para nosotros identificarlas. Esto es una ilusión para ellos y para nosotros, es como volver el primer día del curso lectivo” dijo Hernández.
Los educadores también mantuvieron las reglas de burbuja social, iban con cubrebocas y los carros en fila.
“Como orientadora esa es mi labor, tratar de hacer que todos permanezcan con la armonía de seguir“, reiteró Hernández.
Las caras de felicidad eran notorias entre los pequeños porque ver a sus maestros les trae alegría y deseos de volver pronto a las aulas.