Escondieron a Macaya
Ni la sombra del presidente ejecutivo de la Caja, Román Macaya, se vio en la usual conferencia de prensa de este martes, en la que se detalló el avance de la pandemia.
La prensa y diferentes sectores del país estaban esperando la presencia de Macaya para ver qué tenía que decir sobre un chicharrón, que destapó el periódico La Nación, sobre dos compras de mascarillas a empresas que no tienen ninguna experiencia en el sector salud.
Al inicio de la conferencia de prensa en Casa Presidencial, el vocero aseguró que, según la agenda semanal, a Macaya no le tocaba estar este martes ante los medios.
Lo raro es, y podemos dar fe de eso, que la agenda para la conferencia se brinda diariamente. Jamás, desde el 6 de marzo que se registró el primer caso de covid-19, se ha entregado, por ejemplo, una agenda semanal.
A eso de las tres de la tarde por Facebook, ya sin tener a todo el país encima, apareció don Román en una improvisada y atropellada “conferencia”, acompañado del ingeniero Luis Fernando Porras, gerente de Logística de la Caja. Con ese tipo de aparición ningún periodista puede repreguntar.
Macaya dijo que va a asegurarse de que todo el tema de estas dos contrataciones de mascarillas sean transparentes y se den a conocer. Explicó que ya hay más de 100 personas, integrantes del departamento de auditoría, realizando una revisión profunda de todas las compras que se han hecho desde que inició la pandemia.
El chicharrón. El periodista Diego Bosque, de La Nación, destapó que la Caja hizo una compra urgente de 12 millones de mascarillas quirúrgicas a dos empresas, una de un contador y la otra de comunicación política a cargo de una periodista española.
De acuerdo al expediente 2020CD-000093, a quienes se les adjudicó la millonaria compra por $4 millones (2.300 millones de colones, aproximadamente) son David Landergren Castro, contador público tico de 32 años, y a MR Comunicaciones Políticas, empresa de la periodista Miren Martínez Ruiz, dedicada a dar asesorías de relaciones públicas y mercadeo.
Ninguno de los dos tiene experiencia en suministros de salud y, además, MR Comunicaciones, mientras luchaba por ganar la adjudicación, estaba morosa con la Caja.
Y para terminarla de hacer, las dos empresas han incumplido con los plazos de entrega de las mascarillas.
Enojo total. Carlos Ricardo Benavides, diputado del PLN, está como agua pa’ chocolate.
“Una vergüenza que la CCSS haya comprado a una agencia de comunicación política y a un contador (inexpertos ambos) un total de 12 millones de mascarillas, que no llegaron a tiempo. Juegan con la salud del personal médico y con los escasos recursos públicos. Exigiremos responsables”, comentó Benavides en redes sociales.
El diputado envió un documento a la Asamblea Legislativa para que llamen a declarar a todos los involucrados.
Diferentes sectores de la salud también pegaron el grito al cielo.