“Mi relación fue un infierno lleno de maltratos, gritos, palabras ofensivas, celos y control”
“Viví en unión libre cinco años, soy profesional y tuvimos un hijo. Desde que empezamos quedé embarazada y él me sacó de trabajar, pero en realidad mi relación fue un infierno lleno de maltratos, gritos, palabras ofensivas, celos y control. Dejé de ver a mis amigos por él, llegamos a los empujones hasta que me armé de valor y lo dejé. Ahora que estoy sola no me deja en paz, me acosa y como empecé a trabajar me pasa amenazando de que me va a quitar a la chiquita. Él no paga pensión, aparece en mi casa a cualquier hora y vivo con temor, decidí dejar mi apartamento e irme a vivir con mi mamá y mi hermana porque tenía miedo de estar sola”.
1. la descripción que hace es de un claro círculo de violencia que no debe permitirse. Una relación no supone que otra persona tenga que paralizar sus proyectos personales, laborales, profesionales o que tenga que renunciar a su vida social. 2. cuando una relación supone la coacción de la libertad y le sumamos procesos de violencia física, verbal, psicológica, emocional y agresión patrimonial, no necesitamos tener más datos para ver la violencia como tal. esto se hace incompatible con la estabilidad emocional.
3. si a partir del proceso de separación usted se siente acosada y esta persona la coacciona o amenaza con quitarle a su hija, no apoyarla económicamente, aparece en su apartamento cuando él quiere, la controla a otros niveles, al punto de tener miedo y tener que vivir nuevamente con su mamá y su hermana, esto tiene características de disfuncionalidad severa. 4. debe armarse de valor, apoyarse en su familia, buscar apoyo legal y psicológico para analizar el caso a fondo y establecer las medidas para que deje de ser víctima de violencia. sé que es un proceso difícil, detrás de la violencia hay procesos de vulnerabilidad emocional que nos hacen actuar con miedo. es momento de que tome decisiones y se deje ayudar.