El amor de mi vida

“Me duele más dejarte a ti, que dejar de vivir, me duele más tu adiós, que el peor castigo que me imponga dios”, con esa canción de Camilo Sesto me armé una noche de música plancha en mi casa. Armé un fiestón con puras piezas corta venas, de desamor dedicadas a la ingrata que se fue. esto de los sentimientos es complejo, un tema para hablarlo durante madrugadas enteras en compañía de un buen compa y una botella de amargo licor. lo mismo pasa en el fútbol con esas promesas de amor eterno que algunos jugadores le hacen a sus equipos, quienes juran que jamás se pondrán la chema de otro club.

Nadie en este mundo pensó que lionel Messi quiera jalar del Barcelona, eso al menos parece que sucederá y todo por culpa de la goleada de 8 a 2 del bayern de Múnich de Alemania en la champions league. ejemplos de dejar al gran amor por otro hay varios, Cristiano Ronaldo dejó al real Madrid por irse a la Juventus de italia. Esos corazones lastimados también rondan en nuestro mundillo futbolístico, que lo diga Jonathan McDonald que agarró sus chunches y jaló de Alajuelense para ser feliz en los brazos del Herediano.

¿Quién diría que el saprissista Álvaro Saborío terminaría en Alajuela?, pero después de los desprecios que le hizo su afición, silbándole y hasta insultándolo en el estadio ricardo saprissa, es entendible que le valiera cambiar de colores. cuando trabajé en el Pachuca mexicano, el argentino christian “Chaco” Giménez, quién nos hizo campeones varias veces, le juró amor eterno al club, pero ese amor no duró nada cuando el Cruz Azul le ofreció millones de dólares, hasta ahí le llegó el amor; por eso brindemos por las que se fueron y por las que vendrán.