Pastor que nos protege
Celebramos hoy el último domingo del tiempo ordinario y las lecturas que nos regala la iglesia no buscan generar más que confianza en el reinado de Jesucristo como rey de todo lo creado, y lo hace presentando la imagen del pastor que cuida sus ovejas, que las “separa de las cabras”.
Tengamos presente que la imagen usada en el texto del evangelio de este domingo era ordinaria y conocida en el ambiente judío, pues ovejas y cabras estaban juntas durante el día y de noche las separaban poniéndolas en corrales para protegerlas de otros animales, de los ladrones o del frío. Había que proteger las ovejas preñadas o con crías de las cabras que son más agresivas, había que cortarles la lana, ordeñarlas o cruzarlas.
Así pues, tenemos una imagen que nos habla del cuidado del pastor para con aquellos más vulnerables. Creo que la imagen no busca hacer separaciones de unos sí y otros no, eso sería reducir el texto a mezquindades que no son parte de la fe. más bien la imagen nos habla de la protección de este rey y pastor que sabe distinguir entre oveja y oveja, que sabe separar para proteger, que al llegar la noche es capaz de dar resguardo seguro para evitar los males que se les podrían venir encima.
Dios es infinitamente misericordioso y nos recuerda una vez más que ante la oscuridad de la noche, Él es quien cuida y vela por su rebaño. los enemigos nuestros son muerte y pecado, y él los ha vencido en la cruz con la victoria de nuestro rey, él ha dado la vida en rescate de sus ovejas, somos valiosos a sus ojos, valemos su sangre preciosa derramada por nuestra salvación: sus llagas nos han curado (isaías 53,5).
No dejemos de confiar en el Señor y tengamos la seguridad que él está de nuestro lado. Por tanto, lo que hagamos a los pequeños, a Él se lo hacemos. Si nos han cuidado tanto y con tanta misericordia, atrevámonos a cuidar de los demás, a los vulnerables, pues nuestra recompensa será grande en los cielos.
¡Dios les bendiga!