CHEPITO Y LOS PAÑALES

Le cuenta un guardia penintenciario a La Teja que los decomisos de celulares en La reforma son cosa de todos los días. La lógica dice que si los reos piden los aparatos es porque pueden usarlos. Y si pueden usarlos es porque la señal celular aún no ha sido bloqueada. Las autoridades tienen tiempo hasta el 21 de diciembre para tener bloquedas las señales de los celus en todas las prisiones del país, pero a estas alturas van apenas por la cuarta parte. mientras esa medida sigue en pañales muchos ticos alimentan la lista de víctimas de las estafas telefónicas. Centenares de ciudadanos reciben a diario llamadas de números sospechosos detrás de los cuales hay delincuentes con mucha labia para engatuzar y siempre logran su objetivo.

La fiscala general, Emilia Navas, decía días atrás que el ciudadano es, en general, muy respetuoso y le cuesta cortar una llamada extraña o que tiene tufo a trampa. bien, esa educación hay que dejarla de lado. si nos llaman de un número desconocido es mejor no atender. si se trata de una persona conocida interesada en hablarnos, probablemente utilizará otros medios para localizarnos. si por aquello atendemos y nos dicen que es de un banco y empiezan con el cuento de pedir datos, de una vez hay que cortar. no hay que dar explicaciones. se corta y punto. Crucemos los dedos para que los responsables de bloquear la señal celular en las prisiones tengan listo el trabajo en el mes que falta para cumplir el plazo dado por la ley. eso debió haber estado resuelto muchos años atrás. nadie ha logrado ponerle el cascabel al gato, que sigue atacando, como siempre, a las personas más sencillas, que caen con frecuencia en la trampa de las estafas.