“El amor siempre gana”
NOVIA QUE PEGÓ BODA EN MUSEO DE LOS NIÑOS CUENTA DETALLES DE SU HISTORIA
Keyla Milton Barrantes y Luis Rodríguez Aguilar recibieron el impulso que necesitaban para casarse gracias al concurso que realizó el Museo de los Niños en redes sociales, en el que se comprometía a organizarle la boda a la pareja ganadora y correr con la mayoría de los gastos bajo el concepto “Burbuja de ensueño”.
Para ganar, los participantes debían contar por qué deseaban unir sus vidas.
Los enamorados se dieron cuenta que resultaron ganadores vía Facebook el pasado lunes por lo que tuvieron que meter el pie en el acelerador para casarse mañana a las 4:30 p. m., en las instalaciones del museo.
La Teja conversó ayer con Keyla, quien gentilmente nos regaló unos minutos porque andaba en una puras carreras.
“Todo lo hace Dios. El amor siempre gana. Cuando está para uno, está, no hay nada que lo impida. Nosotros, antes de la pandemia habíamos fijado la fecha de la boda para el 29 de noviembre del 2020, sin embargo, a pocos días de que se confirmó el primer contagio en el país y viendo cómo todo se estaba suspendiendo tomamos la dura decisión de suspender la boda.
“Fue un golpe muy duro, muy triste, en verdad que ambos lo resentimos mucho porque teníamos una gran ilusión en casarnos. Conforme pasaban las semanas, a pesar del dolor, comprendimos que fue la mejor decisión que tomamos”, contó la novia quien es vecina de Ciudad Colón al igual que su prometido.
Increíble.
Key la recordó que una semana antes de que el ministro de Salud, Daniel Salas, le confirmara al país el primer contagiado de covid-19, ella se había ido a probar el vestido de novia.
“La familia de ambos fue fundamental porque nos apoyaron mucho tras el dolor de la suspensión. Nos animaban diciéndonos que estuviéramos tranquilos que ya vendrían tiempos mejores y que si Dios lo tenía para nosotros, nada lo iba a impedir”, recordó la futura esposa de Luis, quienes este jueves cumplieron 4 años y 4 meses de jalar.
La novia conoció a su media naranja cuando trataba de buscarle brete a un conocido. Ella conoció al amor de su vida mediante una llamada porque cuando comenzamos a salir nos dimos cuenta que fuimos vecinos toda la vida, vivimos como a cien metros uno del otro, pero jamás nos habíamos visto… así es el destino de lindo”, comentó.
Regalazo millonario. Los futuros esposos se pegaron un superpremio en media pandemia, ya que según explicó el museo, se trata de una boda completa que ronda los $4.500 (unos ¢2,7 millones), que incluye el traje para la novia y el novio, la ceremonia en el escenario del Teatro Auditorio Nacional con escenarios virtuales de videomapping.
Además, una recepción para 15 personas en uno de los salones del Torreón Centro de Eventos, decoración, mobiliario, alimentación y brindis para la pareja e invitados, maestra de ceremonias, pastel de boda, flores, personaje para la bienvenida, diseño gráfico para invitaciones, maquillaje, sesión de fotos en el Museo de los Niños, transmisión en plataforma virtual para contar con más invitados, grabación de la boda en video de alta definición, entre otras sorpresas.
Lo único que tendrán que costear los enamorados serán los anillos y el pago del abogado que realizará el matrimonio.
Frente al mar. Ellos se comprometieron el 26 de julio del 2019, justo en el tercer aniversario de novios. Luis se encargó de darle un ambiente mágico el momento de ponerse de rodillas y preguntarle si quería ser su esposa, frente al mar, en un atardecer precioso y el sonido de la olas.
“El compromiso fue tan lindo que por eso nos golpeó mucho suspender la boda.
“Cuando vi el anuncio del concurso mandé los requisitos sin decirle a Luis de inmediato, pero a los días le conté. El lunes pasado cuando revisé Facebook y comprobé que habíamos ganado comencé a llorar y a pegar brincos junto con él, porque estábamos juntos al momento de la noticia… segundos después, comenzó el estrés lindo del ¡ahora sí, a correr!”.
“Ha sido tan rápido todo que mañana (hoy) nos entregan todo, anillos, vestidos, zapatos, traje del novio. Estamos corriendo. Este jueves a falta de dos días, falta demasiado, pero todo está garantizado para mañana (hoy).
“Sentimos una tremenda felicidad, estamos demasiado ilusionados, pero hemos tenido que organizar una boda en seis días”, concluye Keyla quien no cabe de la felicidad con Dios y con todos los que harán posible este significativo momento.