ANILLO AL DEDO
María José Zúñiga Villalobos es una joven que ha vivido los efectos de la pandemia muy de cerca.
Esta florense trabajó durante dos años en Cinemark, pero como las salas estuvieron cerradas durante seis meses, estuvo con contrato suspendido ese tiempo, y como ella es la que lleva el sustento a su hogar, la vieron bastante difícil en su casa.
María José vive con su hija María Celeste Ureña, de seis años; su madre, Damaris Villalobos y su abuelita María
Villegas, quienes son amas de casa, por eso mientras estuvo con contrato suspendido, buscó un trabajo y logró entrar unos meses al Ceaco.
Por eso, cuando escucha a la gente en la calle decir que la pandemia es una simple gripe o un invento del Gobierno para manipularnos, se llena de indignación.
“Me da mucha indignación y me parece increíble que la gente no se preocupe por los demás ni por ellos mismos.
Fue muy difícil la situación que uno ve en el Ceaco, pacientes con respiradores y tan jóvenes”, recordó la joven enfermera.
Doña Damaris fue la que activó el código de la portada y le dio la suerte a su hija, pues la puso a su nombre. Además fue ella la que atendió nuestra llamada.
“Estaban bastante emocionadas y fue curioso porque yo andaba haciéndome un examen de la vista y me dijeron que ya tenía que hacerme lentes permanentes, así que me cayó como anillo al dedo”, recordó.
En lo que sí la ha beneficiado la pandemia es en el tiempo que puede pasar compartiendo con su hija.