“Dice que no quiere continuar, pero yo no lo quiero soltar”
“Mi pareja ya no quiere nada conmigo, pero yo no lo quiero soltar. Para mí, él es un todo y vivía para él y solo para él, pero creo que nunca valoró todo lo que hice. Dice que soy absorbente, que lo canso, que lo ahogo y que simplemente ya no puede más. Esto a mí me tiene muy confundida porque creo que él piensa que fui una persona que estuvo a su lado y nada más”.
1. en estas historias siempre hay dos puntos de vista. usted habla de dedicación y él habla de sentirse ahogado. Quizá el tema de fondo es que les faltó revisar y establecer acuerdos con respecto a las expectativas de uno u otro, dentro del marco de una relación y crear una visión de balance.
2. La idea de “yo no lo quiero soltar”, debe revisarla a fondo porque más allá de una expresión podría ser indicador de un modelo afectivo dependiente. Quedarse ahí podría hacer más difícil la integración al proceso de duelo, propio de esta separación. Cuando alguien dice que otro ser humano es su todo, hay que abrirse a analizar esto, cuestionarlo porque podría generar una visión del modelo de estar en pareja que podría rayar las fronteras del asfixia emocional.
3. una ruptura no solo debe implicar un proceso de reorganización emocional, sino que los pone frente a la posibilidad de revisar su modelo afectivo, en el que quizá tengan que crecer, mejorar y modificar algunos de sus hábitos y conductas, porque podría ser que efectivamente haya un modelo absorbente y ante la ruptura están obligados a un autoanálisis que les permite crecer.
4. está en un proceso de duelo y de separación y es normal vivir desde ahí una serie de emociones muy fuertes, pero no se quede solo con la visión de dolor, tiene que tratar de abrir espacio a la revisión, al consejo, a la guía y a la orientación para poder ver en esta ruptura como una oportunidad de replanteamiento que podrían resultarle importante y provechosa en su vida.