Gigante nos abre la puerta
El parque nacional volcán Turrialba está de nuevo recibiendo visitantes.
Se espera que la reapertura, después de 8 años cerrado, ayude para impulsar los negocios en la ruta que lleva al coloso que tantas veces nos bañó con ceniza en tiempos recientes y en otros no tanto.
Hace medio millón de años ya era como lo vemos hoy y los expertos han escrito sobre erupciones que causaron avalanchas hace 17.000 años y que dejaron atrás cementerios de robles de altura.
Mucho tiempo después, el miércoles 17 de agosto de 1864, los josefinos despertaron bañados en ceniza y empezaron a buscar de dónde venía.
El misterio quedó resuelto cuando, sobre la fila azul de la cordillera, se vio días después el humo, entre negro y verde, cuentan relatos de la época.
Mejor prevenir. En 2012 las fuertes erupciones llevaron a cerrar el parque. A partir de 2016, la actividad volcánica disminuyó, en el 2018 el MINAE-SINAC inició coordinaciones con la Comisión Nacional de Emergencias para hacer mejoras con el fin de una posible reapertura.
Hoy, con cambios incluso en el sitio del ingreso, el coloso espera de nuevo a quienes tienen ganas de maravillarse con todas las bellezas que ofrece.
Si el día está claro, se pueden ver desde la cumbre las llanuras del Caribe
Visitar el parque es una experiencia lindísima de principio a fin porque la riqueza natural es muy grande. Si uno tiene suerte y va atento, puede ver quetzales, aves impresionantes que viven en zonas altas.
3 mil 340 metros sobre el nivel del mar mide el coloso