“Me divorcié y me estoy sintiendo muy mal”
“Recientemente firmé mi divorcio, pensé que me iba sentir bien, pero hay algo que no me deja en paz, no me siento del todo bien, me da mucha tristeza que las cosas hayan terminado así. Duramos solo dos años casados. Terminó porque él al final no quería seguir, de hecho me confesó que en realidad nunca quiso casarse, que fue algo precipitado”. 1. Toda separación está asociada a procesos que generan, a nivel emocional, una fase de preguntas y contradicciones que a veces no son fáciles de digerir.
2. Lo cierto es que hoy usted se encuentra en una nueva etapa de vida, en la que no se siente del todo bien, pero tiene que ver esto como parte del proceso. no puede analizarlo desde la resistencia o la negación, sí desde la comprensión de todos los hechos que los llevaron a la toma de esta decisión.
3. cuando somos conscientes, podemos comprender el porqué de los hechos. cuando nos toca reacomodar la vida, se hace más amplia la posibilidad de reorganizarnos. cuando definimos el porqué de las cosas, ciertamente es muy duro que alguien diga que fue un error casarse, pero, por otro lado, si la otra persona sostiene y mantiene esta posición, esto puede resultar liberador. en el tanto no nos sujetemos a un proceso de múltiples cambios emocionales, que tarde temprano, podrían haber afectado la estabilidad de la relación.
4. un proceso de separación y divorcio tiene que estar asociado a la capacidad de reorganizar la vida, recomenzar, reacomodarse para poder crecer. más allá de este tapa de contradicción, es momento para definir qué decisiones va a tomar, para ajustarse a su nueva condición y ver las posibilidades que se abren en medio de este proceso. Lo sé, es muy duro, pero este es un momento para crecer, analizar, replantearlo todo y abrirse a nuevas visiones para visualizar oportunidades de crecimiento.