Reencuentro de dos milagritos
Cada vez que César Centeno Rodríguez, de 21 años, ve el video del momento en el que a él a y su amigo Adrián Garro Fernández, de 32 años, los atropella una patrulla en Alajuelita, se le para el pelo, pues le parece increíble que ambos estén vivos.
“Cuando veo el video digo que nosotros dos somos un milagrito de Dios, porque de un accidente como ese no es cualquiera el que se salva”, dijo Centeno.
El percance ocurrió el domingo 25 de octubre en Concepción Abajo de Alajuelita, por el bar el Percal, carretera hacia el centro del cantón.
Los sobrevivientes se reencontraron hasta el domingo 22 de noviembre pues Adrián pensaba que César estaba desaparecido, cuando siempre estuvo internado en el hospital San Juan de Dios. El enredo se dio porque Garro no se sabía los apellidos de su amigo.
“Yo me sentí bien de reencontrarme con él, muy contento de que los dos hayamos sobrevivido, porque yo estaba preocupado por Adrián”, dijo Centeno.
Intentó salvar a amigo. César dice él volvió a nacer el día del bombazo y aún no se explica cómo no murió en el lugar porque la patrulla, además de llevárselo en banda, también lo pegó contra un portón.
“Yo lo que recuerdo es que iba caminando con Adrián y de un pronto a otro vi una patrulla que pasó soplada, la otra patrulla no la vi hasta que ya la tenía encima.
En ese momento no me dio tiempo de nada, la reacción mía fue empujar a Adrián hacia un lado y luego tratar de tirarme al otro, pero al final no me dio chance”, recordó.
Pese al golpazo Centeno nunca perdió el conocimiento, aún recuerda como gritaba pidiendo ayuda, pues el dolor que sentía en el estómago y en el pecho era demasiado fuerte.
“Yo gritaba que por favor me llevaran al hospital porque no aguantaba y los oficiales solo me decían que me esperara un momento, que tuviera calma”.
Operado. César fue llevado al hospital San Juan de Dios, donde le dijeron que debían operarlo lo antes posible, pues había sufrido lesiones internas muy graves.
“Se me había reventado el hígado y se me perforó un pulmón. Después de la operación me dijeron que me habían quitado medio hígado y que tenían que ponerme una manguera en la espalda para lo del pulmón”, añadió.
Afortunadamente todo salió bien para César, quien el domingo 22 de noviembre pudo regresar a la casa de Adrián, ubicada en Concepción Abajo de Alajuelita.
El joven aún se está recuperando de la operación, pues tuvieron que abrirle el estómago para tratar los órganos afectados.
Reencuentro. Durante el tiempo que estuvo en el hospital, César pasó muy preocupado por su amigo ya que no tenía forma de comunicarse con él.
“Yo al principio pensaba que solo a mí me había atropellado, ya después llegó una señora que me dijo que Adrián estaba en el Hospital del Trauma”.
Centeno contó que pudo reencontrarse con su amigo gracias a la nota que publicamos en La Teja el pasado 16 de noviembre.
“Llamaron a un amigo que me hice estando en el hospital y le contaron que Adrián había salido en La Teja buscándome, entonces sacó el número de la nota y así fue como pude localizar a mi amigo”.
César dijo que ahora más que nunca él y su compa necesitan de mucha ayuda, pues por las heridas que sufrieron ninguno de los dos puede trabajar, por lo que se les está complicando el tema de comprar comida y pagar la casita.
Por su parte, el Ministerio de Seguridad le aseguró a La Teja que le están dando seguimiento al caso para determinar cómo ocurrió el accidente y si ambos amigos serán cubiertos por la póliza de la patrulla que iba soplada.
Adrián me contó que me estuvo buscando por semanas, pero todo ese tiempo yo estuve en el hospital”.
César Centeno sobreviviente