Pólvora se cebó sin siquiera prenderla
La Policía de Fronteras frenó en seco a un nicaragüense con residencia tica, de apellido Dávila, que intentó meter al país un saco cargado con pólvora que traía desde Nicaragua.
La mercadería la llevaba sobre sus hombros y fue sorprendido cuando iba caminando por Tiricias, de Cutris de San Carlos, una zona consideraba como un punto para introducir de mercadería sin pagar impuestos o para el paso de personas sin documentos legales.
Lo agarraron. A Dávila lo detuvo la Policía de Fronteras de Los Chiles. Los uniformados le pidieron que enseñara lo que llevaba y sin mucho mate les dijo que había comprado la pólvora en la comunidad El Castillo, en el vecino país.
Al parecer pretendía vender 800 unidades de pólvora, entre las que se encontraban 280 artículos explosivos de gran poder destructivo, ya que pueden causar amputaciones de miembros y hasta la muerte de menores de edad, así lo afirmó José Coronado Cano, vocero de la Policía de Fronteras, quien les pidió a los padres o encargados de niños tener precaución para evitar tragedias en estos últimos días del año.
El resto de las cosas que llevaba Dávila eran artículos como volcanes, bengalas, cohetes y cometas, igualmente muy peligrosos en manos de menores.
Se expuso. El detenido fue puesto a la orden de la Fiscalía de San Carlos donde podría afrontar una causa penal por infringir la Ley de Armas y Explosivos, la cual contempla penas de hasta siete años de cárcel para los contrabandistas de pólvora.